El líder de Vox, Santiago Abascal, aseguró que «llegará un momento» en el que la gente querrá «colgar de los pies» al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por lo que en su esencia es una persona que tiene «vendodo» en principios y «puede hacer cualquier cosa» para mantenerse en el poder, incluso «pisar las leyes» o «poner en riesgo la unidad nacional».
Según Abascal, el jefe ejecutivo «no es tan listo ni tan duro como la gente inteligente», sino «un político que no tiene escrúpulos, que no tiene principios» y, por tanto, «tiene vena competitiva frente a los políticos honestos» quien «Somos escrupulosos porque somos limitados».
“Tengo algunos límites morales. Tengo uno de los principios. No puedo venderlo. Sánchez no retiene a nadie”, definió Abascal en una entrevista con el diario argentino ‘Clarín’, que fue reconocida por Europa Press, en la que acusó a Pedro Sánchez de que puede «pisar las leyes, hacer cualquier cosa» y «poner». en la unidad nacional”, lo que le da “una ventaja competitiva” sobre el resto de sus rivales políticos.
Sin embargo, Abascal señaló que «habrá un momento dado» en caso de que «el pueblo querrá colgarlo de los pies», defendiendo al mismo tiempo que Sánchez chocaría con la «oposición contundente» de Vox. Además, asumió la «oposición de duda» que, a su juicio, ejerció el PP porque «la criticó pero le tendió la mano». “No si pudiera ofrecerle algo. Distancia total con los socialistas”, zanjado.
Respecto al resultado electoral de los comicios del 23 de julio, Abascal dejó constancia de que ofreció los votos de investidura de Alberto Núñez Feijóo «a cambio de nada», en el momento en el que quería asustar la campaña electoral del PP en del que “satanizó al socio de Vox”, sigue sus palabras.
“El Partido Popular promueve declaraciones falsas que dicen que estaba cerca de la mayoría absoluta y que ni siquiera Vox era necesario. Hay mucha gente que decide no votar”, explica Abascal.
El PSOE carga contra Abascal
Las declaraciones de Abascal en el periódico argentino fueron respondidas por varios dirigentes del PSOE y ministros del gobierno de Sánchez. En este sentido, la actual vicepresidenta, María Jesús Montero, lo ha catalogado de «indignas» por lo que se trata de «una grave incitación al odio». “Todos los días nos quejaremos de daños irreparables. ¿Feijóo tiene algo que decir? ¿No es suficiente para el esplendor de los gobiernos que participan? Exigimos condena inmediata”, pedido en la red social X.
Estas declaraciones son escandalosas. Nos enfrentamos a una grave incitación al odio y algún día nos quejaremos de daños irreparables.
¿Feijóo tiene algo que decir? ¿No es suficiente para el esplendor de los gobiernos que participan? Exigimos condena inmediata.https://t.co/xm4ZnWnQTS— María Jesús Montero (@mjmonteroc) 10 de diciembre de 2023
En la misma línea se pronunció el portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, informando al líder de Vox que va a ocupar lo más alto de la presidencia argentina, Javier Milei, «junta» con el húngaro Viktor Orbán y » vomita «amenazas contra el presidente del Gobierno». “Es el retrato de un totalitario que ha traspasado todos los límites”, informó el dirigente vasco, que preguntó directamente al líder del PP: “¿Qué opina Núñez Feijóo de que su principal socio quiere morir al presidente del Gobierno? ¿Vale la pena hacer algo o todo?”, se preguntó.
“Habría sido vicepresidente del Gobierno con Feijóo. Este nivel de odio e insulto es insoportable e intolerable. España es mucho mejor que estos ultras”, afirmó, por su parte, el director del Gabinete de la Presidencia del Gobierno, Óscar López. “La pareja de Feijóo. Pero luego hay que arrancar la ropa por cualquier motivo”, escribió anteriormente el ministro de Transporte, Óscar Puente.
Fuentes del PSOE también pidieron al líder de la oposición que comparta a sus amigos de Gobierno con Vox porque no hacerlo «sería cómplice». “¿Compartes las palabras de tu pareja? ¿Ha tenido problemas con amigos que mantienen las CCAA y ayudan al partido neofascista Vox? Son dos preguntas sencillas. Esperamos una respuesta urgente ante la gravedad de las declaraciones”, exigieron los socialistas.
