Además de la amnistía para los separatistas, el acuerdo fiscal de Pedro Sánchez para Cataluña levanta críticas en España

Los pactos de Pedro Sánchez con los catalanes independientes pro facilitar su nueva investidura levantaron mucha polémica en España, ale no solo por la futura ley de amnistía, sino también por sus acuerdos sobre la financiación regional y el reparto de impuestos con el Estado.

A cambio de los votos de los partidos separatistas, indispensable para acceder a un nuevo mandato como presidente del gobierno, el líder socialista hizo algunas grandes concesiones, además de comprometerse a impulsar una ley de amnistía para los independentistas Procesados ​​​​por la justicia española, Principalmente por su implicación en la tentidad secesionista de 2017.

Una petición de Izquierda Republicana de Cataluña (ERC), el partido independiente que ahora gobierna la región, Sánchez aceptó 15.000 millones de euros anuales (unos 16.000 millones de dólares) de la deuda contraída por Cataluña con el Estado durante la crisis financiera de 2008.

Pese a que los socialistas prometen que este acuerdo se extenderá también a todas las regiones que recurrieron a este fundo -creado por el Estado para auxiliar a las comunidades autónomas asfixiadas durante aquel complejo período-, el acuerdo levantó muchas sospechas en muchas comunidades, tanto de izquierdas como de derechas.

El pacto firmado el jueves con Juntos por Cataluña, la segunda gran formación independentista, anterior favorezca el regreso de las empresas que sacaron sus sedes de esta dinámica región del noreste español, a raíz del intento fallido de secesión de hace seis años, como Caixabank o Naturgy.

Los socialistas aseguran además en el texto que fingió apostar por «medidas que permiten la autonomía financiera» de Cataluña y equipos con acceso a los mercados financieros, con una respuesta a Junts, en lo que respecta a «la cesión del 100% de todos los los que se pohan» en la región.

Esta pregunta es muy razonable en España, donde la Constitución garantiza una amplia autonomía fiscal y financiera en las regiones, dotadas de importantes competencias, especialmente en áreas como sanidad o educación.pero que exige al miso tiempo una importante solidaridad entre los territorios.

Actualmente, dos regiones -País Vasco y Navarra- gestionan y todos los impuestos que se pohan allí, de los que rivieran un porcentaje al Estado central para las partidas que asumen.

Su peso económico y presupuestario no es, sin embargo, comparable al de Cataluña, industria del automóvil del país que concentrado 20% PIB español y el 16% de su población.

De acuerdo con el centro de pensamiento Fedea, Cataluña realizó en 2021 un aporte neto la administración -es decir, la diferencia entre el dinero que pagó y recibió en la financiación interregional- de 2.170 millones de euros.

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. Foto por EFE

Solo otras dos regiones de un total de 17 tuvenido también a porte positivo: Madrid (6.310 millones) y Baleares (334 millones).

Crítica

Para los partidarios del statu quo fiscal, la cesión de todos los impuestos a las autoridades catalanas correria el riesgo de reducir los recursos del Estado centralen detrimento de las regiones más pobres como Andalucía (sur) y el archipiélago de Canarias.

Una medida así Provocaría «la ruptura del Principio de igualdad entre todos los españoles» y crearía «Comunidades Autónomas de primera y Comunidades de segunda», designación asociación de inspectores de hacienda.

El Partido Socialista de Pedro Sánchez optó por «privilegiar a una minoría en detrimento de una Mayoría, y la igualdad entre los españoles», Consideremos al jefe de la oposición (PP, derecha), Alberto Núñez Feijóo, también crítico hacia la anulación de una parte de la deuda catalana.

Un reproche que comparten varios economistas, que temen que se abre ahora una caja de Pandora, costosa para el Estado, después de que varias regiones como Andalucía hayan reclamado ya que se anule parte de su deuda atendientoataad de trlagua.

«Las deudas se pagan», estimó de su lado en una tribuna José María Rotellar, director del observatorio económico de la Universidad Francisco de Vitoria, que teme una «una pérdida de credibilidad» a «una inseguridad en quién va a asumir las»turas de regionalía.

Liderada por un barón socialista muy crítico con Pedro Sánchez, la región de Castilla-La Mancha (centro) amenazó al Ejecutivo con interponer un recurso ante la justicia contra el pacto con los Catalanes.

Tratando de appaciguar los ánimos, los socialistas recordaron que, por ahora, aún no se ha tomado ninguna decisión sobre el tema fiscal.

«En ningún momento se ha planteado que el Partido socialista o el gobierno comparta la cesión del 100% de tributo», explica la ministra de Hacienda, María Jesús Montero.

Por su parte las organização salariales dijeron el lunes en un comunicado que hay que «Recurrir a la ortodoxia económica y al rigor presupuestario»insistiendo en «el derecho de las empresas a decidir en qué lugar desean desarrollar su actividad».

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