Se los presentaron a Josep Borrell en Vallecas como el Mbappé del socialismo. Su llegada a la campaña europea coincide con el anuncio del fichaje del jugador francés, que se incorpora al equipo vacante del Real Madrid por delante del político catalán, que lleva cinco años registrando el 43% de los votos en este barrio madrileño. Fueron diez puntos más que el resultado nacional del PSOE que, con un 33%, consiguió una victoria que superó incluso el resultado de Pedro Sánchez un mes antes. Sí, la Alta Representante de la UE tuvo una de las grandes actividades de su carrera: lo hizo cuando la dirección socialista le entregó la espada en 2016, si estuvo al frente de la manifestación contra la independencia en 2017 y, transformando parte, de su primer Gobierno y lo conseguido, le ha convertido en uno de los principales personajes de España en Bruselas y el mundo.
A diferencia de lo que ocurrió en las elecciones catalanas, Borrell ha sido enviado de nuevo a hacer campaña por los socialistas en el recto final de la campaña del 9 de junio. Los miembros del PSC no los vieron por Catalunya y, además de su agenda como jefe de la diplomacia europea, sus reticencias a la amnistía explican la ausencia de quien se autodenominaba como jefe del cartel de estos humoristas. «El mundo entero comprende que tiene un trabajo que no puede abandonar», se justificó en abril, cuando muchos dirigentes socialistas se revelaron como el candidato ideal. Ahora dice que los socialistas necesitan a alguien «más joven».
