Cataluña advierte que se activará si hay regiones en «situación normal» que no pierden agua

«Estamos en una situación límite, estamos en una situación crítica», aseguró a este medio la portavoz del Gobierno, Patricia Plaja, sobre la secuencia que atenaza Catalunya. El programa del ejecutivo catalán se queda poco para declarar la fase de emergencia, por lo que argumentó que si se alcanzara ese nivel, una de las opciones a considerar, según explicó al consultor de Accio Climático, David Mascort, es que se esté leyendo el agua en los barcos. «Y si otras regiones u otros gobiernos, si están en una situación normal y no quieren ser solidarios con Cataluña, el gobierno buscará todas las opciones, (…) hará lo que haga falta», señaló.

Para Plaja, “es la secuencia más grave jamás documentada”. Por eso, el gobierno activó en octubre de 2021 un plan especial de seguimiento para potenciar al máximo recursos como la desalinización o la regeneración de agua. De hecho, Aragonès ya ha sido destruido en varias ocasiones, más del 55% del suministro no es para embalsamamiento.

Según el Gobierno, una medicina como ésta, el transporte de agua en embarcaciones, no tendrá ningún tipo de impacto, ni medioambiental ni ecológico, ni en el día a día de las ciudades relevantes de esas comunidades autónomas. «Utilizaremos el agua que hay arriba en otros puntos del estado español», añadió el portavoz.

La gran salvación del Gobierno de Pere Aragonès es la sequía. Es el principal dolor de cabeza de su gestión y para el que no hay solución. El Ejecutivo y el Parlamento catalanes aprobaron medidas en el primer semestre del año. El PSC y Junts sometieron a un gran desgaste al presidente. Pero el problema continúa y los republicanos ya contemplan la posibilidad de recuperar embarcaciones acuáticas de otras comunidades autónomas. Pero yo tenía palabras que decían lo contrario. Murcia y Baleares, por ejemplo, fueron reacciones.

Según explicó el portavoz, el Gobierno trabaja para que ninguna actividad económica de ninguna ciudad catalana se abastezca de agua por la consecuencia, o no, de que sus consecuencias afecten al mínimo posible.

Cataluña sufre un déficit de precipitaciones desde hace 37 meses, lo que ha impactado la cantidad de agua acumulada en las marismas, encima de la cuenca interior de Ter-Llobregat. Es lo que gestiona la Generalitat y actualmente sus pantanos se sitúan en el 38,9%, -el porcentaje más bajo entre las comunidades autónomas-, de los que el 17% son del territorio que incluye Barcelona y Girona, mientras que la Confederación Hidrográfica del Ebro (ESA), en el en manos del Ministerio, acumula el resto para Tarragona y Lleida, principalmente.