Cuando reina el bipartidismo, la polarización de la campaña electoral es garantía de resultado, pero en Cataluña se juega un triángulo donde la incógnita de la escalada, según las reuniones, está aquí entre los independentistas y cómo se forja un alcalde de gobierno. El tumulto se impone en los programas de la campaña del 12-M, aunque no necesariamente entre los candidatos que aspiran a la victoria.
En Junts se aferran al golpear “O Puigdemont o Sánchez”. Es una lucha por la elevación y la distancia que supera a Salvador Illa. Pedro Sánchez confirmó en diciembre que se reuniría con Carles Puigdemont una vez aplicada la ley de Amnistía. Agregué que era un paso consistente para normalizar la relación con sus socios inversores. Las elecciones catalanas no están en el calendario. Ahora, la combinación aritmética resultante complicará la legislatura si Junts o ERC si quedaran fuera de juego en Cataluña.
Tarifas de limpieza en el Parlamento
Sin apego por la estabilidad del Govern, el primer objetivo de Junts queda relegado a ERC apelando al voto independentista. La relación del regreso de Puigdemont se alimenta de conceptos como «esperanza» y «determinación» frente a la punta pragmática y la gestión de Pere Aragonès. Una vez hipotetizado el escenario de negociación, Junts da por hecho que ha tenido éxito en los últimos meses con ERC «más que otros en cinco años».
ERC tardó dos años en reactivar los indultos y Junts ha detenido el tema de la amnistía, por lo que Aragonès se centra ahora en explotar las ausencias y dependencias de sus condenados. Depende del efecto Puigdemont en las encuestas, Aragonès no cuestionará al expresident, aunque se apegue a su liderazgo. Subraya que la «restitución» del líder de Junts es «personal», «no institucional», y recuerda la legitimidad de su presidencia y la de Quim Torra. A Junts se le reprocha «deslealtad» por abandonar el Govern, aunque los republicanos recuerdan que la nota del Govern sufrió cuando se produce el «ruido» que generó la convivencia en la Generalitat.
Aragonès busca cuerpo a cuerpo con Puigdemont, Illa y hasta Ayuso
La dirección no ganó las elecciones, pero en ERC están convencidos de que el mantra de la vuelta no transformará a Puigdemont en ganador, sobre todo porque traslada su corazón general de Waterloo al Vallespir. Que el expresident optó por una docena en la lista de perfiles sectoriales y abrió los debates sobre la gestión en tres, Josep Rull, también en el diagnóstico republicano. “¿Quiero hacer esto?”, insiste.
De esta manera, la bicefalia en ERC se encuentra en Oriol Junqueras en una campaña de proximidad mientras Aragonès busca relevancia alimentando el cuerpo a cuerpo con el PSC y hasta Isabel Díaz Ayuso. De esta estrategia destaca la participación de los Luna en la comisión general de las comunidades autónomas del Senado, que el PP pretendió convertir en un acto más de oposición a la amnistía. Sin el pleno de barones del PP, el duelo Aragonès-Ayuso es el único aliciente. La presidenta está encantada con «trolear» al PP y, ahora sí, pedirá escuchar a Ayuso.
Las claves: aquí se impone entre Junts y ERC y cómo se forja un alcalde de gobierno
Lejos del ruido pretende localizar a Salvador Illa, para sopesar las cuestiones de Aragonès. También sigue siendo relevante para la candidatura de Puigdemont: no rechaza el diálogo con Junts, pero demuestra que tiene «líderes mensuales». Illa estuvo dos años halagando el discurso de la mano tendida al gobierno para los presupuestos o abordar la sequía, y ahora Aragonès le bautiza como el candidato del “no” por su oposición a una financiación singular para Cataluña y un referéndum. En el PSC huyen de la epica: “Sequía, importando energía y los últimos en educación. Sabemos para qué sirve la epopeya». Illa no pasará del “pasar página” a una “década perdida” que atribuyó tanto a ERC como a Junts y porque el afecto de la amnistía en su electorado ya ha disminuido.
Con los pensamientos en la mano y digerido el sentido del partido de la campaña, el riesgo de tanto cuerpo a cuerpo quedaría exento de discusiones inflamadas. El alcalde independentista corre peligro, el PSC está abierto a un pacto con Junts y ERC, Junts busca presidente en Illa y ERC intenta avanzar en la vía bipartidista. El club… esto es lo que sigue.
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