La menor de origen siria detenida por el yihadismo en Montellano (Sevilla) sufrió una radicalización expresada a través de las redes sociales, tras los primeros pasos de la investigación. Obsesionado por las cuestiones militares, con una clara animación del colectivo LGTBI y con ideas profundamente antisemitas, este joven refugiado nacido en 2007 en las tierras donde el Estado Islámico construyó El Califato pasó poco más de dos meses después de ser un «cibersoldado» planeando un atentado a su instituto con explosivos y metal que él mismo estaba preparando. La Comisaría General de Información de la Policía Nacional evitó la tragedia del paso de Domingo, cuando ya habían estallado las detonaciones antes del «gran día».
La búsqueda comenzó el 15 de noviembre. Poco más de un mes después del ataque de Hamás a Israel -y el posterior tiroteo en la Franja de Gaza-, el Ministerio del Interior ha ordenado reforzar las medidas antiterroristas para garantizar que se haga realidad el llamamiento de los líderes terroristas a realizar la «yihad global». Un día como hoy de noviembre, la Policía Nacional comunicó a la Audiencia Nacional que el menor ahora detenido debía utilizar diversas sustancias para fabricar explosivos. En concreto, glicerina, ácido nítrico y azul. Además, tiene usted la coherencia de haber demostrado públicamente su apoyo al Estado Islámico. Si se dedica, esto consiste en la documentación de las instrucciones, que muestran diversos materiales yihadistas en su teléfono móvil.
En vivo del menor detenido en Montellano
Ahora bien, si se tiene la coherencia de que dos días antes de aquella llamada de alerta a la Policía Nacional, los menos participaron en un alto -que organizó la oficina de Montellano- y mostraron a varios adolescentes un vídeo de un solitario lóbulo francés, autor de un atento. Pasado el tiempo, el vidente contó a sus compañeros de trabajo que él también había hecho un estuche detonador con un teléfono celular para activarlo de forma remota, explicando que se activaba produciendo un chip cuando se hacía una llamada al dispositivo electrónico.
El detenido ha sufrido un proceso de radicalización suficientemente expresado. Los investigadores están seguros de él tras analizar sus publicaciones en redes sociales a lo largo del último año. Precisamente esta es la gran preocupación que provoca a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado: el aumento del número de menores que se autoforman en los círculos sociales. Así, a través de Facebook e Instagram se realiza todo tipo de difusión de contenidos terroristas. El menor, siguiendo el auto de la Audiencia Nacional porque lo envió durante seis meses a un centro de menores, se había convertido en un “cibersoldado” o “yihadista virtual”.
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Su radicalización se ha acelerado en las últimas semanas. El 18 de noviembre publicamos canciones con las que comenzaron las organizaciones yihadistas; El 17 de diciembre ya publicaba vídeos tutoriales sobre cómo hacer explosivos “de forma fácil y sencilla”. Sólo un día después se produjo un gran hecho cualitativo: difundir material audiovisual en el momento en que aparecía un terrorista suicida que se infiltraba en nombre de Alá con un vehículo cargado de explosivos.
Vivimos en la zona de Montellano (Sevilla) donde fue detenido un sirio de 17 años
La investigación avanza. Y la Policía Nacional le siguió mucho, buscando los pasos del detenido. Además de la investigación, se esperaba que el joven fuera detenido hoy hasta el 23 de enero. Pero los acontecimientos empeoran. El pasado sorprendió a la Policía cuando el adolescente tiraba de la base de las bolsas. Los agentes lo reconocen y comprueban que contienen una caja de cartón azul y amarilla con el círculo “Polvo de Azufre”, una mascarilla de protección de dos piezas desmontable, un par de guantes de protección, tres camisetas de fuerte olor, garrafas y cinturón aislante, entre otros elementos.
Un día después, el pasado domingo se llenó en el centro de detención. Fue, como y como él adelantò La Vanguardia, luego de que los agentes de vigilancia detectaran que el menor salió de su casa con una mochila para trasladarse a otra abandonada. Una vez allí, la policía escucha diversas detonaciones, que sirven para confirmar que el menor está realizando pruebas sobre cómo activar los explosivos que está fabricando. En este momento solicitar entrada e inscripción en la Audiencia Nacional.
La sorpresa llegó cuando la policía registró la dirección. Las mismas fuentes explican que hay muchas bombas explosivas sobre el escritorio de su dormitorio; mientras que las deudas escolares tenían fórmulas químicas. Los agentes encontraron parte de una bomba con metal añadido a la misma «lista de uso»: sólo se retiraron los explosivos que la detonaron. Entre las notas, los investigadores escucharon la receta de la Madre de Satán, la composición que utilizan los terroristas para llevar a cabo sus acciones violentas. También encontramos un lado de la conservación registrado en los que hemos introducido en Perdigoni. Este no tendería a disminuir hasta provocar el mayor poder nocivo. Los perdigones harían de metralla si el Hubiese está obligado a explorar el artefacto.
El único arsenal no intervino. Ante la difusión de la subdelegación del gobierno andaluz, ya que informó que no se habían encontrado armas en el registro, lo cierto es que la policía descubrió un machete de grandes dimensiones, así como un fusil táctico militar con portacarga. , también por una bandera marcada por DAESH. Un chaleco con él que se hizo una fotografía, como aparecen en las imágenes que miró en su teléfono móvil, el único que se resistió a contactar con la policía el día del registro, dificultando a los agentes utilizar sus llaves para desbloquear a él.