Cinco entrevistas en radio y televisión en 75 minutos. Una hora más de retraso. El ministro de Asuntos Exteriores cuenta con un sinfín de apariciones públicas en la luna para responder a los ataques de Javier Milei apuntados por Vox del Domingo. Su ministro nunca ha sido un prodigio de la transparencia, pero éste es el momento en el que José Manuel Albares tuvo ganas de darlo todo. Fue el momento en el que tuve que dejar querido a un fanático que afirmaba que todos los partidos de izquierda eran enemigos de la libertad y propagadores de la pobreza. Y lo haré también durante la semana en la que comienza la campaña electoral europea. Milei se convierte en un guante en la estrategia trazada por el PSOE.
Al otro lado del océano, Milei está encantada con la polémica creada por su participación en el mitin de Vox. Considera su participación en la política como una cruzada de por vida contra el mal. Lo digo en estos términos: “El poder es un juego real. Si tenemos nuestros ojos, no nos tenemos a nosotros». No dejar que los desroten en las urnas, sin destruirlos. Todos aquellos que no piensan como socialistas están experimentando muerte y pobreza. “La victoria en el campo de batalla no depende del calibre de los soldados –lo digo con una visión de la guerra negada por la historia–, sino de las fuerzas que vienen del cielo”. Así que hablemos de ello. Es una idea antigua que se ha difundido con frecuencia en Edad Media.