La pantalla muestra a un sacerdote declarando en un juicio ante una fiscal implacable. Ha llegado el momento de que la mujer haga la pregunta que domina todas las crisis de fe: “¿Cómo permite dios que a las personas buenas les pasen cosas malas?”. El sacerdote no pierde la compostura: “Pedí a dios sabiduría y me envió problemas”. La fiscal se rinde ante la explicación del cura de que las adversidades son la forma que tiene dios de hacernos mejor.
Justo ahí, alguien detiene la película del juicio, una ficción anglosajona, y el conferenciante retoma la palabra: “Es lo que está haciendo Dios en Brasil y en España”. Quien habla es el senador brasileño Flavio Bolsonaro, hijo del ex presidente. Asegura que Dios pone a prueba a las “buenas personas” permitiendo que gobiernen Lula y Pedro Sánchez. Es sábado por la tarde. A pocos metros del hotel donde intervine el hijo de Bolsonaro, la Gran Vía madrileña luce abarrotada por miles de personas. Buenas y malas.