Mónica Oltra fue la líder del cambio político valenciano en 2015 para separarse del PP de las instituciones y establecer, junto a Ximo Puig, un gobierno de todos los ciudadanos posibles, conocido como Botànic: PSPV, Compromís y Unides Podem (Esquerra Unida y Podemos ) ). Con su descenso ocurrido hace dos años, por su acusación, el compromiso fue el de huérfana de liderazgo y Puig perdió a su mejor aliado para luchar contra la oposición y movilizar al electorado hacia la isla del PSPV. Seguramente, con Oltra en activo, la imprudente y torpe guerra entre Sumar y Podemos en el lado valenciano se gestionará ahora de otra manera, sin esos escenarios crueles que descorazonaron a algunos de los votantes. Fue una de las impulsoras del proyecto de Yolanda Díaz y mantuvo una excelente relación con Pablo Iglesias.
Mucho antes de conocer el caso de abuso sexual de su exmarido a una menor, en este diario nos anunciaban que el PP y Vox habían centrado toda su artillería contra ella, y entendían lo que había hecho. Era la pieza lo que estaba en juego, porque cuando fue atacada el proyecto del Botánico quedó debilitado, como se confirmó el 28-M, con la derrota de los cuestionados por el retroceso electoral de Compromís y el paso hacia la marginalidad de United Podem.
Antes de instalar el caso de abuso, los derechos apuntan a la Oltra para erosionar todas las squierdas
Tras la condena a su exmarido, adjuntó la decisión del juez Vicente Ríos de imputarla como presunta incubridora del caso y haber ignorado las necesidades de la víctima. Muy importante en su acusación es la calificación de la jefa de Hacienda Teresa Gisbert, una mujer progresista, que valoró que existieran indicios de culpabilidad contra el exvicepresidente. Sin embargo, el juego aún no ha encontrado ningún “delito” en su contra, un dato importante. La presencia política y mediática de las derechas se aceleró, fue abrudora; pero también por el PSOE y el Gobierno. La estrategia judicial de compromiso contra el PP en el pasado por casos de corrupción juega en contra de Oltra. En su propia formación el alma dio un paso al frente, convencida de que sin ella habría tenido mejores opciones electorales. Me lo pregunté solo, salvo amables excepciones.
Creer que el asunto de Oltra fue una denuncia sólo contra ella es un error; el objetivo era más amplio, siempre era volver al Botànic. Dimitió, y se inició una educación eterna que hoy queda archivada. Será interesante observar si quiere volver a desempeñar un papel decisivo en un espacio político que, hasta la fecha, seguirá sin liderazgo. Ten cuidado.