Tiene un completo extraño y, a continuación, bronco. Pedro Sánchez, el madrileño más popular en la Asamblea regional, no ha mencionado estas obras de Isabel Díaz Ayuso. Juan Lobato, el titular del PSOE, cuestionó el transporte de Madrid, en una semana en la que el ministro de Transportes estuvo en la vela con sus comentarios en el perfil de Twitter y gestionó, bajo su autoridad, tres accidentes graves en las proximidades de Madrid. Rocío Monasterio, de Vox, criticó que el PP haya manipulado aún más el control de Telemadrid. Y Más Madrid, con su nueva portavoz, Manuela Bergerot, ha optado por la situación de vivir. Está todo bien, con tus refirrafes, tus reproches, con Ayuso —has tenido un completo extraño— sin entrar cuerpo a cuerpo con ninguno de los portavoces de la oposición. Inmediatamente, fue el turno del PP. El diputado Carlos Díaz Pache pidió al presidente de la Fórmula 1 una sugerencia de primer nivel para los populares:
–Presidente, ¿qué repercusiones sociales y económicas tendrá la competición de Fórmula 1 en Madrid?
Ayuso leyó la respuesta en un papel. Pache, que se siente detrás del presidente, le crucificó las manos a modo de rezo y escuchó atentamente la respuesta. “La Fórmula 1 es una gran noticia para Madrid”, afirmó Ayuso. “No conozco ninguna capital en ninguna región del mundo que lo tenga NO a algo como la Fórmula 1. Sólo ocurre en una región donde la izquierda pone sobre sospecha cualquier transformación que sea buena para Madrid. Cualquier administración puede hacerlo por él y eso demuestra que Madrid está de moda en el mundo. Aportará 4.500 millones de euros a la economía madrileña –la estimación anual del Ayuntamiento de Madrid es de 6.000 millones–, 8.500 puestos de trabajo y 850.000 turistas visitarán Madrid, y tendrá 120 millones de visualizaciones en televisión e internet. Esta es nuestra mejor imagen. Si se celebra en Ifema afectará menos al transporte y, a partir de ahí, demostrará lo bien conectado que está nuestro transporte público”.
Pero, además del impacto digital y televisivo, es el circuito de F1 de Cataluña como contexto, el que también forma parte del circuito mundial de motociclismo. El director de este circuito, Josep Lluis Santamaría, concedió una entrevista al diario durante un año Mundo Deportivo y aseguró que el impacto de un Gran Premio de F1 era “más de 200 millones de euros al año”. Santamaría decidió que este impacto no era sólo para Barcelona, sino para toda España. “El circuito es el gran motor de esta economía. A veces se dice que el Circuito tiene pérdidas, sí, tiene pérdidas en su negocio, pero trae un gran beneficio a la zona”. Ayuso cree que el impacto del GP de F1 de Madrid -que hoy no ha sido anunciado oficialmente, pero fuentes de la Comunidad de Madrid aseguran que está prácticamente hecho- superará en 20 veces el impacto económico de Cataluña.
Entre los hechos, el portavoz Popular fue el gran protagonista del conjunto. El primero en criticar a Lobato y luego al Ministro de Transporte. “Después de esta semana venid a preguntarles a Ayuso por los Transportes, con un par”, dijo. “Espero que el ministro que les pedía la respuesta haya recibido una buena respuesta. Más Madrid y el PSOE han elegido un ministro para atacar por tierra, mar y aire en la Comunidad de Madrid, a su familia, y de momento podemos seguirle. ¿Quiere lo que le dijimos al señor Guardiola, que estaba en su escalera, que estaba en su escalera mientras le acusaban de agresión sexual? No decimos nada, no nos importaba quién fuera acusado de estar en nuestro banco».
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El pleno ha adoptado el tono de un golpe de Estado. Una carrera ha regresado a la cámara. El presidente, Enrique Ossorio, ha pedido silencio. El diputado del PP continuó: “La izquierda se opone a todo. Nunca mires al futuro para avanzar. Si estabas allí, no hacía falta que fueras a Madrid Río. Ahora lo trasladan a la Fórmula 1, un evento que es sinónimo de prosperidad».
Marta Bernardo, diputada del PSOE, tomó la palabra antes de lanzar acusaciones contra su pareja. Ossorio, el presidente, objetó:
—¿Qué artículo quiere saber, señora Bernardo?
—Por el 114.1 porque han aludido a un diputado.
—Sí, pero esto es todo…
—No, no es posible mentir. Si queremos, tenemos que hablar con todos los representantes, hablar con algunos de los nominados del PP.
-Noveno.
Ossorio suspira. Toma aire. E insiste:
– Seamos realistas, no puedo leer el 114.1 porque obliga a preguntarle al diputado cuestionado. ¿Perdóname?
El parlamentario socialista Javier Guardiola se levanta de su asiento. Pide la palabra. Ossorio, sin embargo, no entiende bien qué hace.
—¿Qué artículo quieres saber?
—Por el 114.1.
—1114.1?, ¿a qué se refiere?
Los socialistas han vuelto. Ossorio se da por vencido. “Vale la pena, vale la pena. No dejes que me pase a mí. Yo señalo aquí lo que dijo, dijo el señor Pache. «El señor Guardiola estuvo aquí en su escaño mientras lo acusaban de abuso sexual». ¿Es esto una mentira?
Guardiola, visiblemente dolido y con las manos en el hombro, responde:
«Sí.
Ossorio, sin embargo, insiste. “¿Está mintiendo? No, no, por favor, señor Guardiola, mientras está acusado, ha oído esto.» Guardiola recupera la palabra nueva. Ahora el diputado del PP se retira. Ossorio no cede: “Ya, pero… quiero insistir. Estoy muy feliz de que la justicia me haya dicho que no fui acusado, pero eso fue lo que pasó. Es verdad. Bueno, sigamos.» No hay réplica del hubo. Sólo una excusa. La realidad es que Guardiola nunca fue acusado. El caso fue archivado el pasado mes de octubre.
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