Las elecciones al Parlamento del 12 de mayo han alterado significativamente el escenario catalán, porque el independentismo ya no tiene mayoría en la Cámara catalana. Sin embargo, desde el PSOE se asegura que el cordón vendido a Junts tenía el pase de noviembre para la investidura de Pedro Sánchez, que, sobre el papel, incluye un espacio de negociación mensual en Suiza para abordar los asuntos económicos de la India y el reconocimiento del alcalde nacional de Cataluña –en todos los aspectos de cada formación hecha para escribir sus aspiraciones, aunque no sean coincidentes– está más vigente que nunca.
Se reunió con el principal interlocutor de los socialistas con JxCat, Santos Cerdán, número tres y secretario de organización del PSOE que habló en estos términos en una entrevista al diario Noticias de Navarra. “El foco de la legislatura con Junts es más contundente que nunca, que es la voluntad de los dos partidos”, afirma Cerdán.
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Estas son las palabras que llegan tras los guiños del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a Esquerra el viernes en su intervención en la reunión anual del Círculo Económico, que se destacan en un contexto en el que los socialistas deben seducir a los republicanos -que está inmerso en un proceso de reflexión y renovación tras sus malos resultados el próximo 12 de mayo- para asegurar que su convocatoria a la investidura del primer secretario del PSC, Salvador Illa. Además, el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE prometió a la empresa catalana “mejor y mayor financiación” para Cataluña, ante un sistema que ha crecido caducado desde hace varios años. Un día después, desde las filas de JxCat, en un acto de las elecciones europeas del 9 de junio, aseguró que la promesa de «luvia de millones» se convertía en «luvia de incumplimientos».
Las declaraciones de Cerdán coinciden con las de hecho Junts, que en esta última semana subrayó que el foro con los socialistas en Suiza siempre seguiría adelante y cuando el PSC no negocie con el PP y Vox para llegar al Palacio de la Generalitat. Lo que puede cambiar es la presencia del expresidente catalán y líder fáctico de JxCat, Carles Puigdemont, en la negociación, porque aseguró que si no hubiera sido investido el presidente de la Generalitat habría abandonado la primera línea política y se habría dedicado a su oficina del ex presidente.
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Sin embargo, en su formación hay voces que suscriben lo que dice, aunque no tengan roles institucionales, salvo que sea presidente del partido, porque es una figura que adhiere a todos los sectores de Junts.
Por tanto, Cerdán destaca en la batalla política entre PSC y Junts en el escenario catalán, donde son respectivamente primera y segunda fuerza, de la firma de la investidura. “Antes del 12-M nos diferíamos mucho de los cómics de cuento que leíamos en Bruselas. Ellos saben diferenciarlo, nosotros también”, apunta el líder socialista. “Por nuestra parte, esto es lo que pretendemos hacer con Salvador Illa como presidente, y por otra parte los dirigentes de Bruselas están dispuestos a retenerlo a él y a nosotros también. Por favor recuerda la fruta. Por mucho que hayamos crecido”, añadió.
En el foro de Ginebra, que ya se reunió cuatro veces en marzo y contó con un verificador internacional, el salvadoreño Francisco Galindo Vélez, los posconvergentes asistieron a un referéndum sobre la aprobación de la Constitución y a un concierto económico como el de Euskadi y Navarra. mientras que el PSOE suscribe mejorar las finanzas autonómicas y se remite al plan del Gobierno autonómico y al Estatuto.
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