En los días en que se constituyó la Mesa del Parlament, el Tribunal Constitucional anuló —por unanimidad— el voto a distancia de Lluís Puig, al considerar un recurso a la intervención del PSC en la legislatura anterior contra los acuerdos del órgano de gobierno del Parlament del 18 de abril de 2023. Este día Mesa aprobó un reglamento de transición para permitir el voto electrónico, tal como ocurrió durante la pandemia, hasta que se reforme el reglamento. Esta modificación permitió votar en la pasada legislatura al diputado de Junts por Cataluña, que será elegido en Bélgica a partir de 2017.
La decisión de la Sala Primera del Tribunal Constitucional podría afectar la votación para la constitución de la nueva mesa del Parlamento, prevista para el próximo mes. Hay tres parlamentarios electos que no podrán participar en la sesión constitutiva de la Cámara catalana del próximo mes, en la que se elegirá al nuevo presidente del Parlament y al resto de miembros de la Mesa: Carles Puigdemont (Junts), Lluís Puig (Junts) y Rubén Wagensberg (ERC). Los tres permanecen fuera de España a costa de distintas causas penales como consecuencia de proceso. Sin embargo, la situación del primero es distinta a la del juez de ERC.
El incumplimiento no implica la anulación de cualquier votación anterior a aquella en la que participó el consultor
Con la resolución del TC de estos miércoles, ni Puigdemont ni Puig, diputados de pleno derecho tras las elecciones de mayo, habrían podido ejercer la delegación de voto o el voto telemático en la sesión constitutiva del Tribunal Superior ya cancelada en el A principios de la pasada legislativa se descarta la posibilidad de que Puig pueda ejercer el voto por delegación, a través de la Mesa del Parlamento, con un alcalde independiente, la habilitación para ejercer el voto electrónico, ahora también cancelada por el TC. Sin embargo, en el caso de Wagensberg, trasladado a Suiza, se pudo votar desde el primer pleno a través de la delegación de votación para ser baja médica, una de las supuestas que admite el reglamento de la cámara para ejercer esta modalidad. En cualquier caso, Wagensberg deberá presentar la nueva delegación de votantes para la sesión inaugural de la nueva legislatura.
Así, la decisión final sobre la votación de los tres diputados quedará en manos de la Luna, en la Mesa de Edad. Esta Mesa provisional que se encarga de organizar las votaciones para elegir al nuevo presidente del Parlamento y a los otros seis miembros del órgano de gobierno de la Cámara, está formada por tres diputados: el más longevo, Agustí Colomines (66 años), de Junts; Mar Besses, de ERC, y Júlia Calvet, de Vox. La decisión marcará la votación, teniendo en cuenta que admitir el voto de Lluís Puig y Carles Puigdemont por cualquiera de las dos vías alejadas habría incurrido en desobediencia.
Debido a la disputa por la presidencia del Parlament, el hecho de que Junts no pueda contar con dos votos resta posibilidades de que el bloque independentista pueda hacer negocios con la segunda autoridad de Cataluña. Junts y ERC obtuvieron 53 votos, 57 con la competición de la COPA, los mismos equipos que recibieron PSC y PPC quedarán empatados a un gol. En caso de empatía y persistencia entre cuatro votos, el reglamento dice que si se considerará elegido el candidato del grupo parlamentario con más parlamentarios, el PSC.
La decisión del TC también tiene un impacto negativo en la inversión. Será la propuesta recién elegida la que tendrá la nueva última palabra, pero en esta votación, si respeta las decisiones del Alto Tribunal, Junts contendrá dos votos menos que sus 35 diputados electos, mientras que ERC se quedará con los 20 gracias. a la situación diferente a la de Wagensberg. De esta forma, una potencial investidura de Salvador Illa, el ganador de los comicios del 12-M, mantendrá la regulación absoluta del bloque progresista (42 del PSC, 20 de ERC y 6 de los ayuntamientos).
En su sentencia, el TC declara invalidado el derecho de los representantes recurrentes a ejercer funciones representativas con los requisitos que señalan las leyes (art. 23.2 CE) y la anulación de todos los actos impugnados (aprobación de la legislación transitoria sobre voto electrónico y habilitación del voto electrónico en Puig), pero no los de los actos que se adoptaron con el voto electrónico de esta votación durante el tiempo en que estuvo vigente dicha calificación que, por razones de seguridad jurídica, sigue siendo válida. Se dice que la aprobación de la convocatoria de la magistrada María Luisa Segoviano no implica la anulación de ninguna de las votaciones anteriores a aquella en la que participó Puig.
La sentencia, que se refiere a la aprobación del reglamento transitorio del voto electrónico hasta que se lleve a cabo una reforma del Reglamento del Parlamento de Cataluña, valora el recurso, atendiendo a las alegaciones de los recurrentes, para constatar que su aprobación ha sido «Instrumental con el exclusivo fin de aportar una apariencia de cobertura normativa sobre la habilitación del voto electrónico» a Puig para eludir las sentencias anteriores de este Tribunal, pero lamentablemente una auténtica vocación de generalidad.
Tras conocer la decisión del TC, ERC reaccionó arremetiándose con la decisión del Alto Tribunal y contra la actividad del PSC y de Junts. Para los republicanos, el movimiento constitucional «pretende torpedear a los alcaldes del nuevo Parlamento y dificultar así, por ejemplo, la elección de una Mesa antirepresión que pueda garantizar los derechos de todos los diputados también afectados por la represión». . Es lo que lamenta la decisión de los socialistas de presentar el recurso que ahora ha prosperado porque «abre la puerta a vías más coercitivas» en el Parlamento.
Pero también reprocho a Junts que esta situación no se diera si los posconvergentes aceptaran una reforma del reglamento de la Cámara catalana que en su día propuso ERC junto con la CUP, que incorporaba por ley el voto electrónico y nuevos supuestos de delegación de votación. «Junts decidió enterrarlo en la junta de portavoces, frenando así un arma útil para garantizar los derechos» de diputados como Lluís Puig.
Por parte de Junts son diversos los pronunciamientos que se pueden leer en las redes sociales y en las que critican la actividad del PSC. El secretario general de la formación, Jordi Turull, se quejó en X de que “los partidos españoles siempre mantienen la comodidad del TC y del TS para contrarrestar el resultado de las papeletas. Sin fracasos. Y no es buena idea tener cédula de ciudadanía…».