Análisis expreso | Portugal vive el 9J como una reválida de las recientes elecciones
En Portugal, estas elecciones europeas tienen una lectura nacional. Tres meses después de los cómicos que proponían un nuevo ciclo político, con la formación de un gobierno de centro-centro, en los nuevos años de gestión socialista, el 9J fue interpretado casi como por segunda vez. En las entrevistas publicadas se reflejó una gran igualdad entre la coalición conservadora Aliança Democrática y el Partido Socialista, como ocurrió en marzo, cuando sólo se registró una diferencia entre ambos de apenas 50.000 votos.
Hay, además, expectación por saber cómo quedará el duelo electoral entre la socialista Marta Temido, la exministra de Sanidad que ganó gran popularidad durante la pandemia, y el comentarista político Sebastião Bugalho, un independiente designado expresamente por el primer ministro Luís Montenegro para dar una oportunidad efectiva . Varios partidos minoritarios han apostado por candidatos con mucho talento y experiencia como João Cotrim de Figueiredo (expresidente de Iniciativa Liberal) o Catarina Martins (excoordinadora del Bloco de Esquerda).
La inmigración se ha convertido en uno de los temas principales de la campaña, coincidiendo con la decisión del gobierno de tolerar los requisitos para la concesión de permisos de residencia. Es una de las banderas de Chega, el partido ultraderecha que cuenta con un antiguo embajador del cabeza de lista, António Tânger Corrêa. Además de los grandes temas del 9J, verá si mantiene el impulso de las elecciones generales, cuando supere el millón de votos, y entre primero en el Parlamento Europeo.
En las elecciones de 2019, el PS logró nueve escaños y el centroderecha, estás. Los cinco europeos restantes describen los grupos verde y verde. Por primera vez se permitió la votación anticipada para negociar la abstención, que alcanzó el 68,6% en cuatro años a pesar del europeísmo del país.