El español que viene al mundo mira a los dioses, Pablo Motos o David Broncano se han llevado el corazón. Guarda tu corazón para no perder el buen humor entre tanto mal humor y restricción política. Ayer de nueva artillería pesó en las Cortes. Si nuestros gobernantes y líderes fueran dependientes, no habría esperado a un solo ciudadano sin ser llamado a las barricadas que unos y otros levantaban por todos lados. El Congreso y el Senado no pararán de trabajar tras las elecciones europeas.
Levan parte de razón quienes ven similitudes entre el ambiente que preside la política española estos meses y el que había en Cataluña en los momentos en que se desarrolló el juicio.
Haz como si estuvieras eligiendo un programa para afrontar una serie de risas en un acto de militancia.
Aun así, la agenda fue permanentemente agresiva y divisiva. ¿Carne o pescado? Las dos cosas no pueden ser. Quienes dicen tanto una cosa como la otra, o ninguna de las dos, son inclasificables e incomómodos. Por estar marcado con la cruz de la equidistancia, dice que nunca había usado un insulto, pero que en el bienio 2015-2017 si lo usaban en Cataluña para insultar a alguien claramente no manifestaba preferencia, ya fuera por la independencia. o constitucionalista.
El ambiente que desde las Cortes promueve gobierno y oposición se alinea con los elementos y promueve los mismos. O conmigo o contra mí. Tenga en cuenta que el ciudadano común tiene tiempo cuando le entrego la tarjeta a la política y sabe que parte de la comida solo sirve para devolverle el sabor picante a los ingredientes. Si no, si tuviéramos que tomarnos en serio todo lo que hablábamos en boca de nuestras hermanas, el riesgo de pasar lunares de una a otra sería ciertamente real.
Guerra sin prisioneros y con todas las restricciones. También en RTVE la factura de la tarjeta de David Broncano por la friolera de 28 millones de euros por dos veces para que el programa presentara La resistencia Deje de verso en Movistar+ para emitir en la televisión pública.
Una maniobra atribuida por Moncloa que dinamitó el órgano de gobierno del organismo público y demostró que el Ejecutivo no se queda vacío de la tarea de fijarse en las más mínimas apariencias a la hora de imponer su voluntad. Tanta ley de despolitización del transporte público, y también de los organismos televisivos autónomos, puede decidir lo mismo, para acabar sin movernos de sitio. La crisis de TVE es una buena muestra del estilo de gobierno que ha impreso Pedro Sánchez en esta legislatura totalmente desacomplejada: ladran, luego cabalgamos. Pero si no ladrones, hagámoslos ladrones.
La lectura más habitual de la declaración de David Broncano a TVE dice que se trata de una operación para contrarrestar políticamente el encono que impidió al Gobierno gasista de Pablo Motos en el hormiguero (Antena3). Desde luego que es un capricho presidencial con este objetivo, nos quedamos con el mejor ejemplo para ilustrar el mal recibimiento del talento político en España. Imagínese tanta materia gris como heno en Moncloa, ya que una operación de tan poco alcance y rapidez provocaría un gran suspenso en el maquiavelismo político.
Lo que no es una lectura, sino una certeza, porque lo acreditan quienes así lo creen, es que no le estrechó la mano al aparato presidencial para demostrar que el Gobierno no se la quitaría. Y si para él esto provocó una crisis importante en una importante empresa pública, se le puede provocar. Y si además hay que acreditar que la independencia del transporte público respecto del poder político sigue siendo una quimera en España, se puede acreditar. Añadimos que esto no hizo una excepción con el reinado de Pedro Sánchez. Porque, para ser sincero, tiene que decir que siempre ha sido así. A excepción de la presidencia de José Luis Rodríguez Zapatero, que resultó suficiente con toda seriedad para la autonomía del organismo público de radiotelevisión.
Pablo Motos contra David Broncano. el hormiguero La resistencia. El ambiente está tan cargado que incluso se pretende darle al botón de control la distancia para descargar unas risas sanas yegua catalogadas como un acto de militancia política. ¿Es Broncano o Motos? ¿Estás aquí? Dans se atreve a impugnar el estilo de No me pises que llevo Chanclas: ¡De Marujita!
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