El grupo sanitario de Quirón multiplicó durante cuatro meses a Alberto González Amador, al igual que Isabel Díaz Ayuso, para iniciar la relación con la presidenta de la Comunidad de Madrid. Se desmarcó así de las cuentas recuperadas durante la investigación de la Agencia Tributaria que propuso la denuncia de la Fiscalía contra el empresario, mientras un juez de Madrid investigaba dos delitos fiscales y un tercero por falsedad documental.
La relación de la pareja dio un vuelco en mayo de 2021 con el motivo de un viaje conjunto a Ibiza. En este ejercicio, las dos empresas con las que González Amador facturaba a Quirón aportaron 1.049.500 euros a la compañía sanitaria. Esto se multiplica prácticamente por cuatro entradas que han recibido en 2020 las firmas de González Amador del líder de la sanidad privada en España, propiedad del gigante alemán Fresenius.
Por un lado, los pagos de Quirón Prevención a la principal empresa de Ayuso ascendieron a 722.180 euros en 2021 cuando comenzó la relación. Esto supone el triple de los 275.273,83 euros que la matriz de Ayuso, Maxwell Cremona Ingeniería y Procesos Sociedad para el Fomento del Medioambiente SL, hizo al gigante sanitario madrileño en 2020, el año anterior.
Por más de 700.000 euros se pueden conseguir de Quirón otros 327.000 euros que González Amador realizó en 2021 a través de una empresa en funcionamiento continuo que recibe envíos adicionales del grupo sanitario. Esta segunda empresa, Masterman & Whitaker, fue creada en 2008 por Fernando Camino, presidente de Quirón Prevención. Según documentación de la Agencia Tributaria, González Amador adquirió a finales de 2020.
El empresario pretendía pagar menos del peso de la empresa para multiplicar por seis sus entradas en la pandemia. En su intento de implicar al erario público, presentó hechos de que supuestamente había tenido suscripciones a terceros para obras que nunca llegaron a realizarse. El plan era restablecer las importaciones de esas facturas falsas sobre sus ingredientes reales y declarar menos beneficios de los que realmente tiene.
En la información que motivó la emisión de la Fiscalía de Madrid, la Agencia Tributaria concluía que parte de este fraude a la Hacienda Pública está ligado a la “percepción de determinadas cantidades facturadas por su principal cliente desde hace años Quirón Prevención SL”. Quirón no se encuentra entre las empresas denunciadas por la Fiscalía en esta trama de facturas falsas y empresas de pantalla.
Consultado por elDiario.es, un portavoz del grupo reconoce este incremento de pagos en 2021. Lo atribuye a que “no es el mismo trabajo para Hermano que para Quirónprevención”. Frater es la empresa que el grupo sanitario adquirió en 2015 y para la que González Amador empezó a trabajar como “consultor” hace muchos años. Este portavoz recuerda que Quirónprevención ofrece servicios a aproximadamente 170.000 empresas con más de cuatro millones de trabajadores. El mismo portavoz explica que González Amador “ha aumentado los auditores y consultores de los clientes de Quirónprevención en Latinoamérica”.
La información detallada de la finca como los ingredientes que recibe Maxwell Cremona de Quirón ha aumentado considerablemente en 2021. Esto ha permitido a la empresa mantener un alto nivel de facturación, incluida la comisión de casi dos millones de euros que González Amador ha obtenido en 2020 como intermediario entre una empresa gallega y otra catalana. Si se da la circunstancia de que la empresa que compró estas mascarillas por valor de 42 millones de euros y favoreció el encargo, Mape, tiene en su consejo de administración al citado directivo de Quirón, Fernando Camino.
Quirón y el doble libro de Fernando Camino
El nombre de Fernando Camino está doblemente ligado al de Alberto González Amador: a través de su viaje a Quirón y las numerosas facturas que esta empresa firma para su amigo; pero también en otras negociaciones con la pareja de Ayuso que aparentemente no están vinculadas al gigante sanitario.
En este segundo piso, en negociaciones en las afueras de Quirón, Fernando Camino facilitó una comisión de dos millones a González Amador a través de su lugar en el Mape gallego. También creó una empresa con la que el matrimonio de Ayuso desvió su facturación (Masterman & Whitaker). Además, se constituyó antes de incorporarse a la mayor empresa de Quirón (Insumos Médicos del Pacífico) en el paraíso fiscal de Panamá desde donde el presidente madrileño fue nombrado administrador hasta 2022, meses antes de que se produjera la inspección de la finca.
Alberto González Amador y Fernando Camino se conocen desde que él fue el último director de Frater Prevención, para la que González Amador trabajaba como consultor antes de la compra de Quirón en 2015.
Es la Agencia Tributaria la que describe la relación comercial de Alberto González Amador con Quirón en los negocios analizados. El equipo de Ayuso ofreció al grupo «servicios profesionales de consultoría y auditoría» hasta 2021, año en el que comenzó -tras mayo de este año en el que aparecieron las primeras informaciones- la relación entre la sanitaria y la presidenta madrileña. En 2021, añade el informe, González Amador ha ampliado significativamente su trabajo para el gigante sanitario. “Inicia nuevas prestaciones” para Quirón, dice expresamente la Agencia Tributaria.
Una de las “nuevas actuaciones” de González Amador para Quirón tras iniciar su relación con Díaz Ayuso está “orientada a la apertura del mercado latinoamericano (Expansión LATAM)”. Altro es “titular de la colaboración con Quirón Prevención para el desarrollo e instalación de la JCI (Joint Commission International) en la Fundación Jiménez Díaz”.
El JCI es un certificado de este organismo internacional que acredita que un centro ha alcanzado el nivel óptimo de atención, seguridad del paciente y eficacia de sus procesos. Quirónsalud anunció la obtención de este certificado el 26 de octubre de 2022, un día después de González Amador, y durante la inspección completa de la finca, constituyó una sociedad en Florida junto a uno de sus socios. Esta empresa, con activos desconocidos, está dirigida por un experimentado especialista en negocios inmobiliarios.
La Fundación Jiménez Díaz es la marca hospitalaria del Grupo Quirón y el máximo exponente de la «colaboración público-privada» que ha dado impulso a los distintos gobiernos del PP en Madrid en materia sanitaria. La semana pasada, el PSOE afirmó la renuncia de Ayuso a «asignar» desde Madrid «400 millones a Quirón, el mejor cliente de su par», en alusión a los 393 millones de euros aprobados entre noviembre y diciembre de 2022 en las distintas consejerías de La derecho de suscripción al grupo sanitario de las dos sociedades adquiridas desde 2015 con los Hospitales de Móstoles, Villalba y Valdemoro, gestionadas por la filial alemana de Fresnius.
Los contratos que han sido suspendidos en la Hacienda
Para justificar las facturas ahora ante el juez, González Amador recurrió inicialmente a los contratos de “asesoramiento estratégico y organizativo” con Quirón Prevención. La empresa familiar de ayuda construirá auditorios internos de sistemas de gestión de calidad, medio ambiente o seguridad del paciente, entre otras obras.
El primero de estos contratos se firmó el 5 de septiembre de 2017 y el segundo, un “Contrato Marco de Servicios a Gran Cuenta”, se registró el 1 de enero de 2018. “Con posterioridad”, durante la inspección, González Amador ha llevado a la Agencia Tributaria un tercer contrato, «prácticamente idéntico al anterior indicando que se trata de la renovación del 1 de febrero de 2020».
Este contrato fue solicitado por González Amador para justificar el traspaso de obra a la empresa que había adquirido Masterman Whitaker a finales de 2020, que, según explicó, suscribió en diciembre de 2021, un intercambio de 600.000 euros, la facturación por un “proyecto de expansión de Grupo Quirón SL en Latinoamérica” y “la parte de JCI”.
La Agencia Tributaria comprobó que esa segunda firma sin emplados de González Amador no tenía medios para realizar las obras. “Desde el punto de vista económico, la empresa Masterman SL no aporta ningún valor añadido” y recibe el premio de “falta de sentimiento”. El objetivo era, según la Agencia Tributaria, generar en el futuro un gas deducible que permitiera una rebaja fiscal artificial a la hora de comprometerse a declarar beneficios.
Además, Hacienda constató que la importación facturada en 2021 por Masterman en Quirón fue en realidad muy inferior a esos 600.000 euros que la principal empresa de la pareja de Ayuso se jugó como gasto ficticio en ese ejercicio. En 2021 la cifra se vendió por 327.320 euros, en concepto de “Consultoría Expansión LATAM” procedente de las obras facturadas a Quirón a finales de ese año.
Sí, esto es lo que hizo Masterman en 2021 en este ejercicio, tras los últimos datos aportados en el Registro Mercantil. Ninguno de tus clientes es más importante que Quirón.
Una parte muy importante de estos impuestos adicionales de Alberto González Amador para el grupo sanitario serán cancelados en 2022, ejercicio que no forma parte de los dos denunciados por delito fiscal. Este año Masterman declaró una facturación en torno a los 700.000 euros, tras las cuentas de 2022.
La información de la Agencia Tributaria refleja que buscaba la cifra de que esa cifra, 336.000 euros, correspondía al trabajo de la “Consultoria Joint Commission International” para Quirón Prevención. El último pago que Masterman recibió de Quirón por estas obras se produjo en 2023, el 22 de julio, y “una solicitud de inspección”, se informó en el informe.
Los inspectores demostraron sobre la extrañeza por sese acuerdo de 600.000 euros procedente de Quirón registrado en diciembre de 2022: “Si lleva un acuerdo de transferencia de contrato entre Masterman, Maxwell y Quirón Prevención SL por un importe estimado, salvo que en el acuerdo se indiquen las tarifas , ni formas de cuantificación utilizadas, que puedan determinar claramente que el importe de la factura debe ser exactamente de 600.000,00 euros y no cualquier otra cantidad, dejándolo a criterio del accionista único”, opina Ayuso.
El personal de esta empresa destinada a desviar los cargamentos de Quirón fue una de las formas que utilizó González Amador para defraudar a la Hacienda, incluido el uso de cabezas de hierro y hechos falsos para descontar gases inexistentes por 1,7 millones de euros. Entre ellos, supuestos trabajos de consultoría y asesoramiento inmobiliario para Quirón Prevención en Andalucía que han sido subcontratados a los supuestos testaferros de la Sevilla rural. Personas sin relación aparente con el centro de salud a quienes, tras haber expuesto a la pareja de Ayuso, reaparecieron porque el personal que tenía subcontratado a Maxwell «no puede llevar físicamente» todo lo que les cobra Quirón.
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