Sintió un dolor. La reflexión se extendió en el PP, que recoge lo que dijo Alberto Núñez Feijóo sobre los indulgentes en una reunión informal con los periódicos durante la campaña gallega, pero se alineó con su líder, dando impulso a los barones más representativos, como el andaluz Juan Manuel Moreno y la madrileña Isabel Díaz Ayuso.
La posibilidad de una indulgencia para Carles Puigdemont si en algunas condiciones entre ellos renuncia a la independencia supuso un terremoto en el seno del PP, sobre todo por las circunstancias en las que se produjo el contenido de las declaraciones. En una semana electoral se presenta un elemento que desvirtúa lo que todos coincidían en que era una campaña impecable que podría haber garantizado la mayoría absoluta del PP. La sombra de lo ocurrido entre las generales empezó a planear sobre la calle Génova, cuando todo indicaba que la última semana previa al 23-J era nefasta para las expectativas del Levante.
Sin embargo, el hecho de que Feijóo y Alfonso Rueda hayan hecho campaña por separado, y que el PP gallego haya ganado popularidad en el mundo rural, hace esperar al PP que las consecuencias de estas declaraciones no requieran una revisión electoral. El pasado lunes, el líder del PP afirmó en un acto en Marín, Pontevedra, que “no aceptaré ni aceptaré” amnistía o indultos a independentistas.
Para minimizar esas sucesiones, los barones del PP con Juanma Moreno y Díaz Ayuso a la cabeza, pero también el valenciano Carlos Mazón, se han levantado para cerrar filas con Feijóo, en un intento de minimizar esas sucesiones, y con un argumento repetido por todos dirigentes del PP este lunes. Todos aseguraron que la posición del PP no ha cambiado ni sobre los indultos, ni sobre la amnistía ni sobre la aportación sobre las relaciones del independentismo catalán con Rusia, que el Parlamento Europeo pidió a petición del PP investigar. Para el PP hay «una campaña del PSOE» para intentar justificar sus pactos con los independentistas y la amnistía de Puigdemont.
El presidente andaluz, Juanma Moreno, afirmó que el líder del PP «siempre ha negado rotundamente la amnistía y el indulto» y que «no hay dudas sobre él». El presidente andaluz dijo que «el único que cedió a la canción fue sido el señor Sánchez» y aseguró que «si Feijóo quisiera amnistía e indulto, sería ahora presidente del Gobierno de España», porque eso es lo que dijo el expresidente catalán. Y añadió que el líder del PP «se lo ha negado continuamente, siempre».
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Moreno dijo claramente que “no queremos amnistía, ni queremos indultos, ni queremos que Puigdemont se desanime por lo que hizo”, y expresó su sorpresa por “el tándem” que formaban PSOE y Vox para “intentar desgastar las opciones del PP en las elecciones gallegas”. Un hecho que, en esencia, demuestra «la desesperación» de ambas formaciones, hasta el punto de coincidir con el único objetivo de «derribar al PP a cualquier precio».
En términos similares, la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, negó que haya una revolución en la postura de Feijóo ni respecto a los indultos ni sobre la amnistía, y dijo al PSOE “que se agarra a un clavo atrevido” para intentar interpretar una de las palabras que le dijo al líder del PP una forma con la que pretende justificar lo hecho por Sánchez.
En una entrevista en Telecinco, el presidente madrileño subrayó que el PP «no habló de ningún tipo de indulgencia» y añadió que «lo que se supone que ha dicho es que si se tendería a darse una serie de situaciones que no se están controlando». , y fue directamente al Gobierno. «Lo que pretende hacer con todo el equipo sincronizado de la Moncloa» es acusar al PP de sus pactos para mantenerse en el Gobierno, uno de los pactos que en el fondo pasa por «la corrupción pura y dura».
En el particular título, Ayuso aseguró que no se trata de un favor «de ningún indulto ni amnistía a alguien que ya no se arrepiente, hasta que quiera volver a hacerlo por todos». No hay agua».
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El presidente valenciano, Carlos Mazón, también insistió en que la postura del PP no ha cambiado y es unánime: “No a la amnistía, no a los indultos y no al chantaje”. A partir de aquí, según Mazón, «hay algunos que están pidiendo demostrar que hay elecciones gallecas a la vuelta de la esquina para torpedearlos todos».
Pese a que la polémica está en el centro de la campaña electoral, el PP no quiere llamar la atención de otros empleados, y este es el anuncio de que presentará una denuncia contra el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, por el número de su ascendiente, Dolores Delgado, lo que el Tribunal Supremo, en lo administrativo, consideró un «abuso de poder», y que en la esencia del PP podría implicar un delito de prevaricación.
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