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Más influencers políticos y “ayusers” para el trabajo sucio.

Más influencers políticos y “ayusers” para el trabajo sucio.

Con 687.000 seguidores, Isabel Díaz Ayuso es la segunda figura política española más popular en Instagram detrás de Santiago Abascal. El presidente de la Comunidad de Madrid ha tenido una imagen pública marcada por su lucha contra el Gobierno, pero en su perfil sólo ha habido ataques políticos. Lo que, eso sí, es un montón de fotos con personajes famosos, menciones a marcas y empresas privadas -muchas más que sus medias en Madrid- y «un volumen inusualmente alto de publicaciones con estética amateur para un perfil oficial».

Estos son los principales problemas de un estudio que analizó el uso que el líder del PP hace de su cuenta en esta red social. La investigación concluye que Ayuso ha dado un fuerte deseo al uso de Instagram frente a la tradicional “estrella política”: “El más destacable de los resultados radica en la presentación de Díaz Ayuso adoptando un discurso y una estética propios del discurso público y comercial de los influencers”, destaca.

El estudio está firmado por tres investigadores de la Universidad de Cádiz y fue publicado en la revista científica Mediterránea de Comunicación. Su propuesta es examinar el uso que el presidente de la Comunidad de Madrid (CAM) hace de Instagram, algo que está ganando mucho peso en la comunicación política frente a la deriva extremista de Twitter, bajo el liderazgo de Elon Musk y la página de Facebook, pero con pocos estudios en este sentido.

Los autores explican que sólo existen trabajos previos centrados en el estudio del uso de Instagram por parte de figuras políticas de primera línea. Uno trata sobre la congresista estadounidense Alexandria Ocasio-Cortez y el otro, sobre el ultraderechista italiano Matteo Salvini. Si los tres tienen características distintivas, los investigadores recuerdan que Ayuso tiene un código muy particular, marcado por la mínima presencia de declaraciones políticas para copiar la «narrativa influencer».

Esto se aprecia, señalan, en el «protagonismo absoluto de su figura y en la escasa presencia de otros políticos o simbolismo partidista». También sobre la «presencia del alcalde de marcas y celebridades de representantes políticos o información sobre sus iniciativas de gobierno».

Según su cargo de presidenta de la Comunidad de Madrid, en el Instagram de Ayuso hay más fotos con personajes famosos, como artistas o deportistas, que con otros políticos o representantes públicos. Así, hay constancia de ataques al Gobierno central o a la oposición de Ayuso a muchos del resto de medios.

Dejar de lado la política y emular la postura característica de Instagram ayuda a Ayuso a ganar visibilidad en la plataforma. Su algoritmo, a diferencia de otras redes como Twitter, penaliza la negatividad. “Que el ataque político sea una categoría anecdótica en la comunicación de Díaz Ayuso es una decisión coherente con la carácter distintivo aspecto positivo de la plataforma, con el estilo de comunicación de los influencers y con los dictados de los estereotipos del género», señalaron los investigadores.


“Aficionado calculado”

Otras características del perfil de Instagram de Isabel Díaz Ayuso que diferencian a otras “estrellas políticas” son las abundantes publicaciones de ediciones descuidadas y de “estética amateur”. Este hecho –que en otros análisis de los usos políticos de las redes sociales ha sido catalogado como “problemático”, recuerdan los autores- “en este trabajo se interpreta como una decisión estratégica dentro de un amateurismo calculado: una manera de mostrarse ante él seguidores accesibles y auténticos. ”.

Esta estrategia se complementa con una gran cantidad de publicaciones de carácter personal, que también son muy apreciadas por sus seguidores. Una práctica que es utilizada por representantes públicos de todo tipo, como parte de la «lógica de la humanización de la política».

Sus seguidores mostraron más aprecio por el contenido judicial más personal y comercial, ya que estas publicaciones recibieron más me gusta y comentarios de los medios, publicaciones con contenido más claramente político.

Es otro de los códigos que potencia la visibilidad de Ayuso en Instagram y que le ha ayudado a convertirse en el segundo político más seguido de la plataforma, gracias a Pedro Sánchez (432.000 seguidores), Yolanda Díaz (351.000) o multiplicado por cuatro el seguidor de Feijóo (162.000). ), aunque muy lejos de Abascal (921.000).

“La pregunta más interesante no es ya la que se comunica por el perfil oficial, pero comprobamos que tus seguidores apreciarán más los contenidos de corte más personales y comerciales, ya que estas publicaciones recibirán más me gusta y comentarios que los medios. que lo tienen publicado con un contenido más claramente político”, afirma Lucía Caro, autora principal del estudio, en conversación con elDiario.es.

“En Instagram quieres conectar con tus amigos mostrando a la persona que eres en política, apelando desde la emoción positiva a una idea “nuestra” que se articula comunicando un estilo de vida (taurinos, gastronomía, fiestas locales, etc.). .), más que en relación a consideraciones políticas concretas”, añadió el experto.

La carta de los “ayusers”

Que el perfil de Ayuso no sea capaz de hacer política dura no quita que en Instagram no utilice su figura para atacar al Gobierno. En torno a la cuenta del presidente madridista orbitan una serie de cuentas anónimas que actúan como peñas. El estudio se llama “ayusers”. Los investigadores analizaron los cinco de mayor impacto, que pasaron de los 196.000 seguidores de @ayusopasion a los 12.000 de @todos_con_ayuso.

Estos son los detalles remitidos a los periódicos con la lista oficial del PP. Si en el perfil de Ayuso los ataques políticos no afectan al 2% de las publicaciones, los «ayusers» representan más del 21%. “Un comportamiento que complementa la estrategia comunicativa de Díaz Ayuso en Instagram”, afirma el estudio.

“Así, la comunicación entre usuarios funciona de forma complementaria a la oficial de Díaz Ayuso en Instagram: mientras él expresa emoción positiva y se centra en mostrar su estilo de vida y actividad política; los ayudantes redistribuyen en la plataforma sus declaraciones más beligerantes con la oposición a la CAM y contra el Gobierno de España”, abunda.

«La comunicación de los usuarios funciona de forma complementaria a la oficial de Díaz Ayuso: mientras expresan una emoción positiva (…); los usuarios se redistribuyen en la plataforma con sus más bellas declaraciones

Lucía Caro explica que “esta complementariedad es especialmente útil para Díaz Ayuso si consideramos que la agresión y la dureza son atributos culturalmente asociados al género masculino y que, cuando una política abandona su conducta en estos mandatos de género, puede ser penalizada por el ‘electorado’. .

El investigador también recuerda que “hay muchas relaciones públicas sobre la importancia de que otros se defiendan públicamente ante una situación de crisis”. El análisis encontró un ejemplo perfecto de esta situación cuando Ayuso afrontó uno de sus momentos más críticos, cuando defendió las acusaciones de corrupción por el contrato de mascarilla adjudicado a su padre que descubrió elDiario.es.

Esta polémica nunca apareció en el perfil oficial de Ayuso en Instagram. Sin embargo, las historias de su fandom se archivaron en torno a sus declaraciones y se difundieron repetidamente en las redes sociales para defenderla.

Fijación con el físico de Ayuso

Sin embargo, hay un tipo de contenido en estas cuentas anónimas que se adapta a todos ellos. Son las publicaciones sobre el “atractivo físico de Díaz Ayuso, bien ensalzando su belleza, bien resaltando su estilo al verlo, pidiendo opiniones sobre él”. Más de la mitad (56,7%) de todo lo que publican los usuarios se ubica en esta categoría.

Si Ayuso copia los códigos de los influencers, en los perfiles no oficiales despierta «al creador de un interés sexual idealizado hacia ella, formas clásicas de vínculo emocional del fandom con los ídolos musicales», dicen los autores: «Los usuarios insisten así en el sesgo psicológico». del ‘efecto halo’, reproduciendo un sexismo benévolo que vincula el atractivo físico y el estilo de vestir como elementos centrales para realzar a la mujer”.

elDiario.es contactó con el equipo de comunicación de Isabel Díaz Ayuso para incluir su valoración del estudio, pero ella respondió intervenir en esta información.

By Angel Whiteman

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