El exhibicionismo oficial marcó la secuela mediática de la boda de José Luis Martínez-Almeida y Teresa Urquijo. Medios públicos como Telemadrid y cadetes y locutores privados han contado con la voz alta, hasta el límite de la opresión, de las redes sociales. La estrategia funciona: cruzar la frontera entre virtudes privadas y vecinos públicos. Y mantiene intacto el derecho de admisión celtibérico (variante Carandell) y pseudoaristocrático. Es un derecho exclusivo que actúa como analgésico contra las miserias mundanas. Con la desvergüenza se alimenta la autosatisfacción y el odio. Son los sentimientos propios de quienes, con la compulsión de criticarlos con ira o frivolidad sulfúrica, refuerzan el contagio falsamente recreativo de la liturgia cortesana. En la dimensión política, hay pruebas: las travesuras de Almeida son proporcionales a la incapacidad de sus oponentes de encontrarse con un candidato que le ganó en las elecciones.
El president Pere Aragonès confesó que le gusta trolear al PP, pero no precisó si se refería a la aceptación del bulo o al sabotaje. Le criticaron por esta afirmación (una debilidad humana: querer parecer más Frío de lo que eres en realidad), pero estoy seguro que a la hora de participar en el debate en el Senado sobre la ley de Amnistía, tengo que entender que el Estado tiene mecanismos para imponer, al mismo tiempo, engaño y sabotaje. Y eso, que pesa en la energía de su discurso, en situaciones como ésta es mejor pensar en qué batallas se pueden ganar, empatizar o perder (siempre para puntuar). A cambio, si se trata sólo de una operación electoralista, se presentará como una contorsión más que denigra la idea -más necesaria que nunca- de servicio público.
El eclipse total de sol es sinónimo de iluminación interior y renacimiento espiritual
Se habla del eclipse total de sol en todas partes. Es un tema interesante, que no requiere excesivos giros en la investigación y manejo de todo tipo de especulaciones, ciencias científicas y paranormales, expertos y entusiastas. Y, a diferencia de lo que ocurre con el resto de contenidos, no suscita muchas discusiones a favor o en contra de virulentos debates entre racionalidad y negación, verdad y mentira. Sí, sí, una segunda periferia mediática con brotes de retórica que, en nombre de la eternidad astronómica, establece que el eclipse total de sol es sinónimo de iluminación interior y renacimiento espiritual. Si hablamos de espiritualidad en uno de los términos relacionados con la deriva apocalíptica que, en el mundo más tangible de la actualidad, relacionamos con el cambio climático, la problemática o el descrédito de la democracia como sistema menos malo para todas las cosas posible.
A Confucio se le atribuye la frase: “Al mirar la pequeñez de un sabor podemos perder la grandeza de un eclipse”. Ahora probablemente Confucio sospechará que si hemos hablado tanto de la grandeza y trascendencia del eclipse (o de la boda castiza de Almeida) es porque hemos estado obsesionados en la monstruosidad de nuestros gustos desde la pereza –o el pánico–.
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