Nuestro sitio web utiliza cookies para mejorar y personalizar su experiencia y para mostrar anuncios (si los hay). Nuestro sitio web también puede incluir cookies de terceros como Google Adsense, Google Analytics, Youtube. Al utilizar el sitio web, usted acepta el uso de cookies. Hemos actualizado nuestra Política de Privacidad. Haga clic en el botón para consultar nuestra Política de privacidad.

¿Qué pasa con las finanzas? Palabras sin fondo de Isabel García Pagan

¿Qué pasa con las finanzas?  Palabras sin fondo de Isabel García Pagan

Carles Puigdemont asegura que si fuera posible la amnistía, sería posible un referéndum. La máxima sanchista de hacer la virtud necesaria es un campo sin puertas para los discursos de los independentistas del 12-M que el Gobierno abre ahora para validarlos. No deberían realizarse negociaciones «divisivas» fuera de la Constitución, repite el coro ministerial. Y, así, al margen de las invocaciones de ERC y de los concejales para el referéndum y de los retos a culminar, no hay que aventurarse a garantizar nueva financiación a Cataluña. Ni los candidatos ni el Gobierno.

Puigdemont se ofrece como nuevo motor de la negociación con el PSOE, Pere Aragonès ve una veintena de oportunidades para su singular financiación, y ambos expresan agravios comparativos con el gobierno presupestar de Madrid… Salvador Illa se apega a la concordia y a la legalidad. Hasta ahí.

El actual sistema financiero autonómico ha crecido desde hace una década, el doble que el Consejo General del Poder Judicial, y ningún partido ejecutivo ha sido robado por el incumplimiento de las leyes y estatutos orgánicos. Los arcos autonómicos toman el camino de la agonía con la nueva normativa europea, y los partidarios de la esperanza se ven afectados por los intereses partidistas y el calendario electoral.

Puigdemont y Montilla, conversan junto a Aragonès, Torra y Pujol en un homenaje en Pau Casals al pasado verdadero

Durán Pears/MEDIOS DEL NORTE

Cuando el 7 de noviembre de 2007 José Montilla advirtió de la creciente desafección catalana en los salones del Ritz de Madrid, un empresario respondió: «Eso se arregla con dinero». Está en marcha la negociación del sistema financiero y, con la ayuda del Estado, del consorcio fiscal entre el Estado y la Generalitat. Hasta se puso fecha, agosto de 2008, y un primer objetivo: la gestión del IRPF. Además se debe incluir el IVA, impuestos especiales e impuestos de empresa. El propietario se reunió tras un año de retraso -julio de 2009- y el consorcio, validado por el Tribunal Constitucional, quedó en el limbo y fue reconquistado por los inspectores de la Hacienda. Cualquier palabra es inconstitucional y, al apoyar el Estatuto, favorece el fraude. No hay una tercera vía para mi choque político y dentro de la propia administración del Estado.

La ministra de Hacienda vincula la reforma necesaria a la participación del PP. Es un escudo falso. La votación en el foro autonómico no es vinculante, y los barones populares se han acostumbrado a manifestarse en contra, denunciando sus deseos siguiendo la disciplina partidaria, bajando impuestos al estilo Esperanza Aguirre y, continuando, pasándose el platillo para no perder un euro pensando en finanzas de su comunidad.

Ni los candidatos ni el Gobierno se atreverán a prometer un nuevo sistema para Cataluña

El candidato afirma que ERC y Junts “no fueron escuchados en la mesa” para hablar de financiación durante estos años proceso y sólo él está «en condiciones de negociar una financiación justa y eficaz». Los independentistas unieron sus votos para invertir en Pedro Sánchez. ERC ha pactado con el PSOE para una comisión bilateral para obtener una «financiación adecuada» teniendo en cuenta las «singolaridades» del Govern: Mossos, órganos judiciales, prisiones… y Junts dejó por escrito que aspira a una modificación del Ley que incluye la cesión del 100% de los impuestos paganos en Cataluña. La cita electoral adaptó los discursos. Aragonès vuelve al pacto fiscal de Artur Mas del 2012 y Puigdemont, a su 2017.

Los diagnósticos del sistema acumulan polvo en los cajones. Es «injusto» y «poco transparente», según los expertos, altera la posición de Cataluña en el ranking financiero per cápita, no reflexiona sobre la población, ni sobre el coste diferencial, ni sobre la población en riesgo de exclusión, ni sobre el esfuerzo fiscal… Ni complé el Estatuto.

Lo que está a punto de ver es el margen de maniobra de un gobierno dependiente de Junts y ERC en función del resultado electoral en Cataluña. Con el PSC en la Generalitat de la mano de ERC, Montilla se plantó: «José Luis, los socialistas catalanes te pedirán mucho, pero también te pediremos más en Catalunya». Provocó una crisis con el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. La Moncloa reivindicó «lealtad» a Montilla. “Lo que pide Catalunya è justo y necesario. No podemos asfixiar al país”, respondió.

Lee también

By Angel Whiteman

Puede interesarte