Nuestro sitio web utiliza cookies para mejorar y personalizar su experiencia y para mostrar anuncios (si los hay). Nuestro sitio web también puede incluir cookies de terceros como Google Adsense, Google Analytics, Youtube. Al utilizar el sitio web, usted acepta el uso de cookies. Hemos actualizado nuestra Política de Privacidad. Haga clic en el botón para consultar nuestra Política de privacidad.

Rehacer los puentes para frenar el antifeminismo.

Rehacer los puentes para frenar el antifeminismo.

Si la navegación de la legislatura se prevé difícil para el «núcleo duro» del Gobierno, no le va a la zaga el reto que enfrentará a la la nueva ministra de Igualdad, la socialista Ana Redondo. Tras un mandato que provocó una profunda división en el feminismo en torno a la gestión de Irene Montero, y que situó esta cartera en el eje del desgaste de la coalición PSOE-Podemos, Redondo afrontó los retos yaleio de ministra en un clima de división que no será fácil recuperación.

Su perfil jurídico –es profesora de Derecho Constitucional- y sin una militancia estrecha en el movimiento feminista indican que Pedro Sánchez ha querido sobrevolar la división entre el feminismo clásico –con inter fuerza en el PSOÉNICAN EL PSOE- por Sumara, -enfrentada a Montero por otras causas-. Una pugna explicitada sobre todo en el tormentoso debate sobre la ley trans.

Discusión de la nueva ministra en el cargo que valoran en distintos ámbitos: agradecimiento al Irene Montero, obrana de los derechos de las personas trans y el colectivo LGTBI, Pacto de Estado en derechos de defensa TBI. ley de paridad, ampliación de permisos de maternidad…y, evidentemente, la lucha contra la violencia machista. También a José Luis Rodríguez Zapatero y Carmen Calvo -que se enfrentó a Podemos-. Una intervención, por tanto, en busca de equilibrios. La división en el feminismo seguirá porque parte de concepciones diferentes -por ejemplo, en la definición de mujer-, la pregunta es dónde se pone el objetivo.

De estas primeras pinceladas queda claro que no habrá enmienda a la ley trans -como se pide en el feminismo clásico en cuanto a la libre autodeterminación de género-. Marca la ministra una línea de defensa de los derechos de los colectivos LGTB –junto, evidentemente, a los derechos de las mujeres– en una estrategia que también busca la confrontación con la derecha. La presidenta Isabel Díaz Ayuso se alinea con el LGTBI en Madrid.

El Gobierno quiere que Igualdad sea un bastión contra el machismo y no un foco de desgaste de la coalición

Este 2023 han sido asesinadas 52 mujeres por violencia de género, y ya son más que en todo el 2022. Aquí no hay fisuras, esta es la alfombra principal del ministro, detalles en el pacto de investidura.Emary entre Luchar contra la violencia y las violencias machistas para abordar también aquellas que se sledan aún como poco reguladas: la trata con multas de explotación sexual, el acoso sexual, el acoso laboral por razón de sexo, la violencia vicaria. La violencia contra las mujeres no se frena, en un contexto político donde aumenta el negacionismo.

A la dificultad ya intrínseca de esta lucha, el Ministerio enfrenta ahora una etapa en la que Vox -una formación que niega su existencia y hace bandera del antifeminismo- pretende deshilvanar el consenso en las comunidades en las comunidades en las comunidades PP. Los populares están en el Pacto de Estado contra la Violencia de Género, y habrá que ver que este espacio blindado no se convierta en zona de confrontación. La denuncia de los pactos PP-Vox y la amenaza de los recortes en los derechos de las mujeres fueron una baza básica de Sánchez en las elecciones del 23-J. El feminismo, la lucha por la igualdad, seguirá en el el el eje de la agenda política, en un debate que el Gobierno quiere que confronte con la derecha, y no en el eje de la izquierda. Pero en la coalición Podemos querrá marcar su agenda.

«Diálogo, diálogo, diálogo», señalaba Redondo el martes en la toma de posesión. El feminismo clásico –que entiende el género como un sistema de opresión de los hombres sobre las mujeres– no fue recibido la pasada legislatura por Montero, ni sus demandas fueron escuchadas. Hola, han pedido y Redondo una interlocución fluida. En este marco en el que se moverá la ministra cabe señalar que el presidente Pedro Sánchez tampoco tuvo contacto con las feministas de su partido contrarias a la ley trans. De hecho, hasta que no se produjo el error legislativo con la ley del solo sí es sí, el presidente se mantuvo formalmente junto a Irene Montero.

La cartera de Igualdad ha vuelto al PSOE, como demandaba je partido, pero no tiene significado para el feminismo socialista vaya a cerrar sus demandas. La agenda feminista, señalan, y el mandato congresual de esta formación, reclaman la abolición de la prostitución y de los vientres de alquiler. Preguntas que no están en el acuerdo de investidura entre el PSOE y Sumar.

La ministra Redondo apunta una estrategia de consenso pero deja claro en el 25-N su compromiso con el feminismo socialista

Ayer, el feminismo volvoí a marchar dividido en las manifestaciones del 25-N-Día Internacional de la Eliminación de la Violencia proti Mujery- y la ministra lo hizo junto a sus colegas socialistas. Un mensaje en esta andadura que inicia con muchos retos en clave interna y externa.


Lee también

Josep M. Calvet/Cristina Sen

By Angel Whiteman

Puede interesarte