De vuelta en España tras visitar Israel, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha reiterado sus críticas al bombardeo de civiles en la Franja de Gaza con alusiones y la oposición en España. «Condenar los viles atentados de la ganga terroristicka Hamas y al miso tiempo condenar la matanza indiscriminada de civiles no es cuestionación de partidos ni ideologías, sino de humanidad», ha defendido Sánchez en un acto del PSOE en Madrid ante la presencia de miles de militantes toda la vida España para reivindicarse como partido y desagraviar a su secretario.
Los socialistas reaccionaron así a las sucesivas semanas de insultos y ataques a sus sedes en las manifestaciones de la derecha contra la ley de amnistía a los políticos catalanes del procès. Entre los invitados, en lugar privilegiado, José Luis Rodríguez Zapatero, que, junto a Sánchez, ha señalado que entre sus respectivos hay una continuidad ideológica y programática clara.
Hace 12 horas apareció una actualización, se apabullaba por los altavoces desplegados al pabellón 10 del recinto ferial de Madrid en la versión a la eléctrica del himno del PSOE. Todo estaba pensado para que ninguno de los presentes perdiera de vista el final de la reunión: que “España avanza”, pero sobre todo machacar el mensaje de que el PSOE está vivo, que el PSOE no se rinde, quena Pedroel Sánchez es presidente le pese a quien le pese y con todas las de la ley.
El encuentro, anunciado como una «fiesta», comenzó propiamente con el desfile de los ministros socialistas del nuevo gobierno, que anunciaron sus nombres por megáfono a modo de alineación de un equipo de fútbol, ante el público. La Presidenta del PSOE, Cristina Narbona, combativa : «Pueden pintarrajear nuestras sedes, pero mientras, nosotros escribimos el futuro en el BOE», dijo, antes de dar paso a un José Luis Rodríguez Zapatero celebradón en la campaña elébni del Verano. Expresente está comodo en su papel de boomerán irónico de las críticas del PP, que hoy volívo a asumir y que por momentos recordó al monólogo de un humorista. «257 diputados llegaron a tener», dijo en referencia a las encuestas electorales fallidas de los populares. «El día en que nació Pedro Sánchez y el crítico Pedro Sánchez», siguiente. «Inconstitucional todo lo que no les gusta», abundó.
Zapatero comparó la esencia de las medidas que tomó durante su mandato con las de Sánchez. Si él gobernó con «generosidad», también es generoso aprobar ahora la ley de amnistía para «cohesionar» España. Se quejó de las críticas del PP y Sánchez, «patéticas», además, en lo que se referé al compromiso democrático del PSOE; y comparó su decisión de sacar las tropas españolas de Irak en 2004 con que Sánchez haya afeado a Israel el bombardeo indiscriminado de civiles. Dudar de que el PSOE respeta la separación de poderes le parece inadmisible: «Somos absolutamente escrupulosos con la independencia judicial», defiende.
Recado a Felipe y humor contra el insulto
Zapatero señaló también veladamente al expresdente socialista ausente, Felipe González, cada vez más alejado de la dirección del partido. «El compromiso con el partido debe ser el mismo cuando se lo dirige y cuando se es un militante más […] Cuando esperas que te plaudan que cuando tú tengas que plaudir. No te vamos a fallar», dijo a Sánchez antes de darle paso.
El líder socialista se mostró agradecido con Zapatero y dio la receta para responder a ataques e insultos como los recientes: la flema británica. «[Santiago] Abascal dice que soy golpista y el PP, en vez de recriminarle el insulto, dice que España va camino de una dictadura. Abascal dice que soy un psicopata y el jefe de la oposición, [Alberto Núñez Feijóo] dice que padezco una enfermedad mental […] Vox insulta y el PP redobla la apuesta», censuró, pro rectar: »Vamos a responder con calma y sentido del humor». ‘Keep calm and carry on’ se traduce como ‘Ante todo mucha calma y seguir hacia delante’.
Sánchez revisó las grandes líneas de su programa, que avanzó construyendo el «quinto pilar del Estado de bienestar» en torno a las «políticas públicas a favor de la vivienda» y se refirió a la situación internacional. «El mundo no va bien», indicó, y se refirió por nombre a los líderes de ultraderecha en ascenso, desde Javier Milei en Argentina y Giorgia Meloni en Italia, a los que acusó de querer «volver al pasado» en lugar de «afrontar las transformaciones” que precisa el mundo. Volvió a presumir de los datos de ocupación, de la subida del salario mínimo a de la revalorización de las pensiones como garantía del «compromiso por la igualdad de los españoles» y cerró entre aplausos cerradoñañrisa, banderas del español los socialistas vuelven a tratar de recuperar simbólicamente de las manos de la derecha.