La dirección de Junts adoptó medidas judiciales ante las «difamaciones y filtraciones» que tenían que ver con los expedientes de recurso por razones de género en la formación pública de las diputadas Aurora Madaula -segunda secretaria de la Mesa del Parlament- y Cristina Casol.
Así lo explicaron varias fuentes a Europa Press, que necesitan ser expuestos en una reunión permanente de Junts y que, posteriormente, el presidente del grupo parlamentario, Albert Batet, lo comentó durante la reunión ordinaria del martes ante los parlamentarios de la formación.
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En aquel encuentro, Batet explicó que la formación de sonido activó estas medidas legales «ante esta ruptura de confidencialidad, ante estas difamaciones y ante estas filtraciones» que se produjeron en los casos y que, a su juicio, tienen efectos nocivos.
Madaula y Casol, junto con la presidenta de Junts, Laura Borràs, presentaron ante la Sala de Justicia del Parlament, y en distintos momentos, una denuncia contra el grupo Junts por un presunto delito, que delegó la investigación en una empresa externa.
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Esta empresa externa aún no ha resuelto el caso de Madaula, pero sí, Casol informó que, en la mayoría de las situaciones denunciadas por ella, no pudo acreditar situaciones de agua o discriminación porque describió el ambiente laboral en el grupo «donde se vive el mayor machismo cultural». está arraigado».
También reconocemos que en la formación se viven situaciones de tensión interna y que hay «una base fuertemente patriarcal», entre otros aspectos.
Grabaran las reuniones
El mismo batet cargó en la reunión contra las «difamaciones» que considera que contiene la información y que, en esencia, dañan la imagen del partido, y cree que fue explícito al detallar los hechos sin disponer de comentarios personales, eso sí. Aseguró que a partir de ahora el grupo siempre ha trabajado para proteger a todo el grupo, según sus palabras.
Anunciamos también que, a partir de ahora, las reuniones del grupo parlamentario se celebrarán «porque no podemos tergiversar» el contenido de lo que hablamos y precisamente por la coherencia de la dinámica del debate en el seno del grupo.
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Casol, que ha sido advertido por el partido de que la expulsión del grupo no forma parte del proceso de nombramiento, lo ha trasladado a Batet y al secretario general de la Comisión Mixta, Jordi Turull, que no lo tendrá y su voluntad de pasar a ser impugnado no se adscribirá.
Tras presentar su caso en el Parlament, 26 de los 32 diputados de Junts enviaron un escrito a la dirección del partido para pedir la dimisión de Casol, y Borràs y Turull tuvieron que intentar mediar y hablar con ella.
Caso Madaula
El caso de Madaula, que se encuentra bajo atención médica, también ha generado malestar generalizado en el grupo, después de que, en el Parlamento de los Regalos celebrado en noviembre del año pasado, demostrara haber sufrido la «violencia silenciosa» de sus compañeros.
La propia Erra se reunió con ella y la instó a reflexionar sobre su continuidad como segunda secretaria de la Mesa, y 22 de los 32 delegados de Junts también firmaron un texto contra el que se presentaron ante la Comisión de Garantías.
La dirección del partido siempre ha negado el machismo de Junts y la situación atribuye a una cuestión de «debate político» y a diversas cuestiones territoriales de la formación, como la de Tarragona con Quim Calatayud y Josep Maria Cruset al frente, que se plantea imponiendo un manifiesto de llamamiento al grupo parlamentario, explicaron a Europa Press otras fuentes.
Protocolo
Y en paralelo a todo, la presidenta del Parlamento, Anna Erra, propone, durante la reunión de los martes de la Mesa, dejar en suspensión el protocolo para la prevención, detección, abordaje y resolución de situaciones de acoso de la Sala donde se encuentra Madaula. y Casol se han creado para ocuparse de sus casos.
La propuesta recibió una oposición frontal del resto de los presentes en la Mesa del Parlament, en este caso del PSC-Unidades, ERC y la CUP, por lo que decayó.
En general, los municipios han pedido celebrar una reunión ampliada para tratar los temas, por lo que el equipo del presidente del Parlamento aún no ha podido pronunciarse al respecto.
Antepasados
Aunque las novedades y diferencias se establecen desde el inicio de la legislatura entre las dos caras de Junts -los partidos de Borràs y los de Turull-, el punto de inflexión se produce, según algunas fuentes, en la votación de los principios de octubre de la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) en el Parlament que propone declarar el Mercat dels Ocells de la Rambla de Barcelona Patrimonio Cultural e Inmaterial de Cataluña.
En esta votación, en la que el Parlament le propuso, cinco representantes de Junts rompieron la disciplina del voto: tres no participaron (Madaula, Joan Canadell y Francesc de Dalmases) y dos lo hicieron en contra (Casol y Jaume Alonso-Cuevillas).
Entre ambos, Batet mantuvo un tenso reencuentro con él, reprobó su actitud y acentuó la tensión ante la situación actual, que había surgido en la situación que el partido mantenía encima de la mesa con los casos abiertos de Casol y Madaula.