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Se sabe si suben o si bajan, de Sergi Pàmies

Se sabe si suben o si bajan, de Sergi Pàmies

El argumento atribuye a los gallegos una ambigüedad que se vincula con la fraseología del refranero y el «tanto ten Xan coma Perillán». El examen de las elecciones, sin embargo, desmiente esta indiferencia y confirma quiénes son los que toman (los que siempre) y quiénes son los que bajan. La expansión invasora del campo galo no cambió las tendencias. Como una carambola, se ha fortalecido la estrategia del protagonismo mediático inducido y del bingo desesperado.

El esfuerzo por crear un precedente que reflejara la posibilidad de que el PP y el galleguismo moderado perdieran su mayoría absoluta se hizo añicos con la extremidad de las ficciones sin base real. ¿Es el papel de los partidos de pura derecha (Sumar y Podemos)? El escorpión de la fábula atribuida a Esopo está en la forma: naturalmente es fratricidio. Lo nuevo es que, cuando se autodestruye al aparearse con una rana pobre del partido de la coalición, se autodestruye entre los escorpiones.

La canción de Javier Krahe nos invita a luchar contra el pensamiento único

En la radio de la mañana, el coche responde. Carlos Herrera (Cope) anuncia –su voz brilla de ilusión– que la debacle socialista se extenderá a las elecciones europeas y europeas. José Luis Sastre (Ser) llena la jornada programando “Nada más que multitud”, de Javier Krahe. Es una canción que, bajo la apariencia de un tono coloquial provocador, nos aconseja no obsesionarnos con una sola cosa y diversificar nuestros intereses existenciales. El espíritu de Brassens adaptado por Krahe nos invita a luchar contra el pensamiento único (?) En RAC1, Jordi Basté ilustra la resaca de la giornada con la epopeya colectiva del himno del Celta de C. Tangana.

La candidata del BNG a la presidencia de la Xunta, Ana Pontón

Cabalar/EFE

Se sigue el consejo aristotélico de que uno debe preferir lo imposible, verisímil a lo posible increíble en la medida en que funcione. El resultado no es increíble y sí plausible. Minutos antes de conocer los resultados, el maestro de la estadística televisiva Narciso Michavila elogió la sinceridad de los gallegos (según el doctor en comunicación Toni Aira, frente a la falsedad de quienes se involucraron en encuentros anteriores fallidos). Puede que, como humedad preventiva, se haya revertido la energía en un posible cambio hacia la candidata del BNG, Ana Pontón, que los opositores del PP no pudieron revertir ni una neurona en conocer su ideario. Entre el bosque de comentarios, recuerdo –tal como lo escuché en Radio 4– a un analista que, con claridad quirúrgica, comenta que la derrota de Yolanda Díaz probablemente se base en el trazado territorial concreto de Sumar. Es una idea que nos gustaría confrontar con la contradicción entre verosimilitud y realidad. Incluso si, pensándolo mejor, las raíces de Díaz y la revolución predicadora que representa pudieran tener un asentamiento territorial tangible: la nube de la propaganda y el sectarismo acrítico del narcisismo de las apariencias.

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By Angel Whiteman

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