KYIV – Las autoridades ucranianas insisten en que la destrucción de la represa de Nova Kakhovka, que provocó inundaciones masivas en la región de Kherson, no se interpondrá en el camino de la contraofensiva de Kiev.
«Ucrania está equipada con todas las embarcaciones y puentes de pontones necesarios para superar los obstáculos de agua», dijo el martes el Centro de Comunicaciones Estratégicas de las Fuerzas Armadas de Ucrania (Stratcom). «Ucrania está lista para restaurar y reconstruir los territorios liberados de la agresión rusa».
Los líderes occidentales, incluido el jefe de la OTAN, Jens Stoltenberg, el canciller alemán, Olaf Scholz, y el alto representante de la UE, Josep Borrell, entre otros, han acusado a Moscú de volar la presa, que se encuentra en una zona de Ucrania ocupada por las fuerzas rusas. Kiev afirma que el Kremlin intentó inundar las áreas a su alrededor para hacerlas menos accesibles a los tanques y al personal ucranianos en una contraofensiva.
Ucrania ha advertido que Rusia buscará destruir la presa desde octubre pasado, cuando Kiev lanzó una contraofensiva sorpresa y recuperó partes del territorio de manos de las fuerzas de Moscú.
Después de afirmar inicialmente que la presa se había roto espontáneamente el martes, Rusia acusó posteriormente a las fuerzas ucranianas de bombardearla. El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, afirmó que Kiev había saboteado una presa que suministraba agua a la península de Crimea ocupada por Rusia para privarla de agua.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyi, rechazó este argumento. dicho en un discurso en video a la cumbre de los nueve del martes en Bucarest: “Rusia ha controlado la represa y todo el VE Kakhovka durante más de un año. Detonarlo de alguna manera desde el exterior, mediante bombardeos, es físicamente imposible. Fue minado por los ocupantes rusos. Y lo explotaron».
Mientras tanto, la semana pasada, una orden del gobierno ruso suspendió las solicitudes para investigar incidentes en la infraestructura energética en la Ucrania ocupada.
El lunes, el día anterior a la voladura de la presa, el Kremlin afirmó que Rusia había impedido una contraofensiva ucraniana. Kiev rechazó la idea, diciendo en cambio que sus fuerzas habían logrado recuperar parte del territorio alrededor de Bakhmut, una ciudad en el Donbass sobre la que las fuerzas rusas afirmaban tener control total.
En las primeras horas del martes, Rusia respondió con otro aluvión de ataques aéreos dirigidos principalmente a Kiev; Ucrania derribó los 35 misiles.
Gabriel Gavin contribuyó con el reportaje.