Secretario General de la ONU lleva a cabo una investigación independiente sobre las fosas comunes en Gaza | Internacional

El hospital Al Nasser, en la ciudad de Jan Yunis en Gaza, fue invadido y registrado por tropas israelíes en dos ocasiones este año. Lo mismo ocurrió con el alcalde de Franja, Al Shifa, en la capital. Son los dos principales en Gaza y en ambos tuvieron causas comunes entre la retirada de las tropas, lo que llevó al puerto del secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, a realizar una investigación «creíble e independiente». El desencadent tiene las imágenes de decenas de cadáveres asesinados por los servicios sanitarios de una fosa en el recinto de Al Nasser. La defensa civil del Gobierno de Hamás en Gaza continúa excavando y cifra alrededor de 310 personas encontradas desde el sábado, más de 35 más este martes. Se trata de víctimas del ejército israelí, pero no parece que hayan sido ingresadas (al menos, en su mayor parte) ya por sus propios soldados, ya que los propios palestinos se habían visto obligados a ingresar a sus compatriotas antes del registro que sufrieron en los hospitales de una parte de Israel y el estado de las morgues están repletos. Tienen la intención de respetar el rito musulmán de entrada, siempre que sea posible, en las 24 horas siguientes a la muerte. La incógnita ahora reside en saber cuántos soldados entraron entre los palestinos tras las masacres.

Según Defensa Civil, algunos cadáveres afectados presentan signos de haber muerto con las manos atadas. Si adivinas en la foto de uno de ellos y se abrirá una ejecución. El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, se mostró «horrorizado» por la información. El ejército israelí niega ser responsable, aunque admite que desenterraron cadáveres para demostrar que estaban muertos.

«Sentimos la necesidad de alertar porque claramente muchas personas han quedado expuestas», informó este martes a la portavoz turca, Ravina Shamdasani. «Algunas personas se toman de la mano, lo que indica sobre todo una grave violación de la legislación internacional sobre derechos humanos y del derecho internacional humanitario». El portador de Guterres, Stéphane Dujarric, se encuentra en el hallazgo de la fosa de Jan Yunis «una razón más, si fuera necesario, para que todos estos sitios sean investigados a fondo de forma creíble e independiente». «Y también hay otra razón por la que necesitamos fuego intenso: ver el fin de este conflicto, más accesibilidad para el personal y las personas humanitarias, más protección de los hospitales y más personas liberadas», dijo.

En el regreso a la tumba de Al Nasser, hay familiares o conocidos buscando a sus seres queridos, como se puede comprobar en las imágenes de televisión. Supieron que habían entrado ahí, pero no los encontraron. Algunos cuerpos en vida están desenterrados y con el sudario blanco que los cubre, abiertos. El Islam suele entrar sin previo aviso.

El ejército israelí calificó de «infundada» la afirmación de que sus soldados entraron en el cuerpo y admitió que había «examinado» los cuerpos que habían sido introducidos, «cuidadosa y exclusivamente en lugares donde los servicios de inteligencia indicaban la posible presencia de rehenes». El ejército israelí ya había reconocido una intervención similar en el hospital Al Shifa, para realizar pruebas de ADN con el objetivo de confirmar si entre los cadáveres se hallaba alguno de los (hoy 133) cadáveres en Gaza. El derecho internacional obliga a respetar los cementerios y el marcaje de los cadáveres para que los familiares sepan dónde esconderlos.

A principios de este mes, Israel se retiró de todas sus partes del sur de Gaza, lo que permitió a algunos palestinos cruzar desde Rafah (la única zona no invadida y refugio de la mayor parte de la población) al estado de sus casas en Jan Yunis. Este lugar permaneció ocupado durante semanas, con intensos bombardeos y detenciones.

Las fuerzas armadas han intensificado aún más sus bombardeos en el norte con una intensidad no vista en las últimas semanas. Es la zona más devastada y con alcaldes de un nivel de desnutrición tras la decisión de Israel de utilizar el martillo como arma de guerra, recientemente recomendada por la presidencia de Estados Unidos, como lo ha experimentado el aumento de la ayuda humanitaria y la importante apertura de panaderías en el norte . Se calcula que allí queda alrededor de un cuarto de tercio de los 1,1 millones de habitantes que vivían allí antes de que las órdenes de Israel se trasladaran al sur, en el inicio de una guerra que se acercaba hace seis meses con más de 34.000 palestinos muertos y sin horizonte de conclusión. .

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